Sin una cifra exacta, monos, serpientes, perezosos y otros animales han muerto sofocados por las llamas y el humo de los incendios que han devorado miles de hectáreas verdes, de acuerdo con declaraciones de bomberos a la prensa local.
Dos millones y medio de especies de insectos, dos mil 500 especies de peces, más de mil 500 de aves, 550 de reptiles y 500 de mamíferos viven en la selva amazónica y diariamente están muriendo, añadió el reporte.
El Amazonas se extiende sobre 7.4 millones de kilómetros cuadrados, equivalentes al 5.0 por ciento de la superficie de la Tierra y a casi el 25 por ciento del continente americano. Un 60 por ciento de la selva está en Brasil.
Compartida por nueve naciones del América del Sur, la selva tropical más grande del mundo contiene además de los animales, unas 30 mil especies de plantas vasculares, muchas con cualidades alimenticias y medicinales.
Las llamas en Brasil llevan tres semanas consumiendo la flora y la fauna de varias zonas del Amazonas: jaguares, pirañas amazónicas, víboras, arañas bananeras, lagartos, ranas de vidrio y doradas, cocodrilos, caimanes, anacondas, hormigas, anguilas y monos viven amenazados.
Investigadores señalan que esta emergencia es la peor en su tipo en los últimos siete años y podría terminar con la fauna salvaje, incluso con especies declaradas en peligro de extinción.
Fotografías de animales afectados han dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, una de ellas, la de un hombre sosteniendo a un armadillo sediento en medio de la devastación.
La crisis ambiental en la Amazonia traspasó las fronteras y se convirtió en el tema de interés internacional esta semana, cuando de Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) reportó más de 72 mil focos de fuego, un récord en lo que va del año.