En un comunicado fechado el sábado 17 de agosto, la organización afirmó que el cuadrúpedo perteneciente a una pareja humilde de adultos mayores, habría sido trasladado a la cárcel local por un elemento municipal que llegó al hogar del matrimonio, desamarró al animal y se lo llevó.
Al observar esto, Pascual Cruz, de 88 años de edad, y Alejandra Mejía, de 86 años,"fueron con el agente para decirle que por qué había tomado represalias con dicho animal, pero éste, de una manera brusca y carácter arrogante, les dijo que no tenía tiempo para ellos y tenía muchos asuntos que atender", se lee en la página de Facebook de la Red.
Los activistas denunciaron, además, que para entonces, el animal ya llevaba 48 horas sin agua ni alimento, pues los policías municipales impedían a los dueños acercarse al mismo.
El burro era utilizado por los adultos mayores para trasladarse al cerro y transportar leña.