México, 14 Oct (Notimex).- Más de 14 mil ejemplares de 300 especies diferentes alberga el Acuario Inbursa de la Ciudad de México, el único subterráneo en América Latina y uno de los más grandes a nivel mundial.
Se inauguró hace cuatro años tras una inversión aproximada de 250 millones de pesos. A 23 metros bajo tierra, se ubica frente al Museo Soumaya, la Plaza Carso y el Teatro Telcel.
Ocupa un área de tres mil 500 metros cuadrados distribuidos en cuatro niveles que albergan un total de 48 exhibiciones.
El recorrido inicia en el piso más profundo. Una pecera de grandes dimensiones, que da cobijo a infinidad de peces en tonos grises, da la bienvenida al fantástico mundo marino.
Unos pasos adelante se haya un túnel que conduce a un barco sumergido en el fondo del mar. Ahí yace el supuesto esqueleto (de acrílico) de una ballena y en medio de burbujas de jabón, los visitantes suben al laberinto de las medusas, animales de cuerpo gelatinoso con forma de campana y también conocidas como aguamala.
Los arrecifes de coral destacan a través de varias peceras, así como en el estanque donde habita el tiburón, que por su aspecto temible ha sido protagonista de diversas películas de terror en Hollywood, aunque en realidad no es tan ofensivo como lo pintan.
Uno de los estanques que más llaman la atención es el de agua totalmente cristalina donde se encuentran las rayas y mantarrayas, aunque por seguridad no se puede introducir las manos para tocarlas. Sin embargo, el hecho de verlas pasar ya es un deleite para la vista.
El afamado tema sesentero “Surfin USA” del grupo The Beach Boys recibe a los visitantes en el nivel de la Playa Calipso, pero ya no tan al fondo del mar. Ahí luce la simulación de puestos de jugos, cocos, mariscos y abarrotes.
Más adelante está la selva tropical, las tablas de surf para tomarse una foto y al final, las enormes tortugas que siempre posan cuando se les toma video.
A un costado está el tanque de los cocodrilos, reptiles semiacuáticos que viven en las regiones tropicales de África, Asia, América y Australia.
El falso esqueleto de un buzo invita a ingresar al Manglar Negro donde además de ser hogar de otra variedad de peces, resguarda en una de las peceras a la rana flecha azul, rana flecha amarillo azul y la rana dardo, las cuales se distinguen por ser unos de los animales más venenosos que existen.
Por lo pequeñitas que son causan ternura a quienes las miran. Sus colores llamativos hacen que atraigan la atención de quien pasa cerca de ellas, pero son de alta peligrosidad, pues las glándulas de su piel segregan toxinas que causan la muerte casi instantánea tan solo con tocarlas.
El paseo concluye en la Antártida donde habitan los pingüinos. Es un lugar totalmente asilado de los demás debido a que sus condiciones climáticas son extremas, características que lo convierten en un importante laboratorio natural para estudiar los procesos evolutivos de estas especies y de algas.
Cabe destacar que para llenar los estanques y peceras del Acuario Inbursa se transportó un millón 600 mil litros de agua de mar del puerto de Veracruz y cada gota se filtra 15 veces al día.
La arena proviene de Florida y muchas de las especies son de Baja California, Sonora y donaciones de los acuarios de Veracruz y Mazatlán, Sinaloa.
El costo de la entrada general es de 195 pesos y abre de lunes a domingo 10:00 a 18:00 horas.
Acuario Inbursa, hogar de 14 mil ejemplares de 300 especies marinas
14
de Octubre
de
2018
Comentarios
Guardar