Ejemplo de ello es Puppies & Cream, que a poco más de un año ha conquistado a paladares caninos de la Ciudad de México.
Los helados de diferentes sabores, que funcionan también como premios para canes, fueron ideados hace cinco años por la química en alimentos Mónica Guzmán y la veterinaria zootecnista Natalia Palestino. Sin embargo, fue hasta marzo de 2016 que salieron al mercado con el objetivo de satisfacer las necesidades específicas de los perros de compañía.
"En entrevista con Notimex, las fundadoras de Puppies & Cream detallaron que la idea era desarrollar un producto específico para perros, es decir, sin hacer adaptaciones de un helado de humano para perros".
En ese sentido, explicaron que tras dos años y medio de pruebas nacieron los helados para perros que es sano y que además los vuelve locos, pues los canes, al carecer de glándulas sudoríparas, pierden calor por el hocico, por lo que disfrutan mucho la sensación de frío.
Comúnmente las personas comparten sus postres con los animales, sin embargo, la lactosa que contienen los daña, por lo que los helados para perros tienen una base de crema de arroz, lo que además les provee de un aporte nutricional, ello, aunado a que los sabores que ofrecen tienen valores nutrimentales para los canes.
Lo anterior, sumado a que el contenido calórico de estos alimentos es de unas 90 calorías para la porción grande; se cuidan las cantidades de azúcar para así evitar la hiperactividad de los animales, ello, coincidieron, hace de Puppies & Cream un alimento ideal hasta para aquellos que tienen una dieta alimenticia restringida o específica.
Además, hay para todos los gustos, pues hay de sabores como manzana con arándano, mantequilla de cacahuate, frutos rojos, algarrobo con amaranto que es de sabor chocolate, pero sin este ingrediente que les es dañino, así como de coco y zanahoria con vainilla, aunque los más solicitados son el de cacahuate y manzana con arándano.
Así, el de manzana con arándano ayuda a las vías urinarias, el de frutos rojos contiene antioxidantes, el de coco provee de ácidos grasos a la piel, el de zanahoria les ayuda a la vista y el de amaranto les provee de diversas propiedades nutricionales.
Mónica Guzmán vio la necesidad de desarrollar ese tipo de postre-premio debido a que a muchos animales no les caen bien algunos que existen en el mercado, por lo que con Natalia Palestino comenzaron a hacer las pruebas considerando los aportes nutrimentales, así como la consistencia y el sabor de los mismos, proceso que duró poco más de dos años.
Así, en marzo del año pasado salieron al mercado con sólo dos puntos de venta, en la actualidad existen 25 distribuidos en restaurantes pet friendly, hoteles perrunos y veterinarias, principalmente en las colonias Del Valle y Narvarte, en la Ciudad de México y en algunos lugares del Estado de México, aunque ya existen planes de expansión debido a la demanda de los helados.
En ese sentido, detallaron que un reflejo de la consciencia de las personas por el cuidado integral de sus mascotas es el incremento de solicitudes para distribuir los helados, y aunque en un principio parecía una idea loca, en la actualidad muchas personas buscan esa opción, cuyos costos van desde 25 hasta 45 pesos.
"Ello, coincidieron, debido a que las personas comienzan a tener una mayor conciencia respecto al cuidado de los animales y ya los comienzan a ver como parte de su familia, por lo que buscan productos adecuados para el desarrollo de sus mascotas".
Refirieron que existe la tendencia de ofrecer a las mascotas alimentos que incluso comerían ellos mismos; así, este helado también puede ser consumido por humanos, aunque, a decir de las empresarias, el premio de carnaza que viene en el interior de los helados grandes no alegra mucho la vista de los dueños de los canes.
“Nuestros helados dan salud, pero sobre todo dan felicidad, crean este vínculo poderoso entre una persona y su animal de compañía, los perros ya no son una mascota, son parte de la familia y por eso la gente se preocupa más por sus animales”.
Agregaron que ciento por ciento de los insumos que utilizan son mexicanos, salvo la envoltura, que es de fécula de maíz, material que en 90 días se descompone y es compostable, lo que además hace de estos productos amigables con el medio ambiente.