Mérida, Yucatán. 3 de noviembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Los cambios de residencia, la obtención de un nuevo puesto laboral y el paso de un huracán son eventos que, en distintas escalas, pueden transformar de manera significativa las formas de vida al interior de una familia que vive en una ciudad.
Mauricio Domínguez Aguilar, adscrito al Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (CIR UADY), coordina un proyecto de investigación en torno a los recientes cambios en las formas de vida urbana en la zona metropolitana de Mérida, la región urbana más importante del estado de Yucatán.
“El objetivo principal del proyecto es explicar los procesos de cambio experimentados durante el periodo 1980-2017 en las formas de vida de las familias residentes en un conjunto de comunidades urbanas seleccionadas en la zona metropolitana de Mérida como producto de su interacción con el contexto urbano, socioeconómico y ambiental, e identificar aquellos factores que han contribuido ya sea positiva o negativamente a su sustentabilidad”, señaló.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el Investigador Nacional nivel I (SNI) describió que el proyecto consistió en tres fases principales: la identificación y el análisis de los fenómenos socioeconómicos y ambientales que afectan las formas de vida; la identificación y el análisis de los cambios en las formas de vida; y la evaluación de la sustentabilidad de las formas de vida.
¿Qué fenómenos socioeconómicos y ambientales influyen?
Para la realización del proyecto se combinaron elementos de los enfoques cuantitativo y cualitativo. En primera instancia, se procedió a la identificación y clasificación de los fenómenos socioeconómicos y ambientales que potencialmente pudieran haber tenido algún efecto positivo o negativo en las formas de vida de la población estudiada.
“La identificación de estos fenómenos se llevó a cabo a partir de la consulta de fuentes secundarias y de la construcción de una línea del tiempo multiescalar que permite observar la cronología de los eventos específicos, así como también la relación entre estos”.
De forma paralela, los investigadores construyeron un panel de investigación para esta población a partir de una base de datos representativa de la población de la zona metropolitana de Mérida, construida en el año 2010 en el marco del proyecto “Observatorio Metropolitano de Yucatán”, coordinado por Domínguez Aguilar y financiado con los Fondos Mixtos del Conacyt y el gobierno del Yucatán.
“Para asegurarnos de que el panel de investigación cumpliese con los criterios territoriales, socioeconómicos y generacionales planteados en la concepción del proyecto, se procuró que con la mencionada base se hiciera un ejercicio de estratificación social, el cual se desarrolló a partir de la combinación de dos técnicas estadísticas: análisis de componentes principales categóricos y análisis de clúster”, señaló.
El software utilizado fue SPSS versión 22. A partir de este método se llevaron a cabo 34 entrevistas en profundidad y cerca de 300 encuestas en 28 comunidades de la zona metropolitana de Mérida. Con esto, procedieron a la identificación de los fenómenos socioeconómicos y ambientales que realmente afectaron las formas de vida de la población bajo estudio durante el periodo 1980-2017.
“Junto con esta información también se obtuvo la correspondiente a los eventos de vida que también tuvieron alguna influencia en los cambios experimentados en las formas de vida de esta población, así como sus respectivas respuestas (estrategias y gestión de las mismas) a dichas afectaciones”.
Cambios en los capitales de las familias
En la segunda fase —en la que actualmente se encuentra el proyecto— se está procediendo a identificar, clasificar y analizar los cambios en los capitales tangibles e intangibles, en las actividades generadoras de ingreso y en los derechos de las familias residentes en las comunidades seleccionadas, así como también en las estrategias que desarrollaron para hacer frente a los fenómenos que afectaron positiva o negativamente sus formas de vida.
“Es importante mencionar que en el análisis que se está desarrollando, además de considerar el enfoque urbano-territorial (las comunidades seleccionadas según su ubicación dentro del área metropolitana), también se están considerando otros dos enfoques: el de clases sociales y el generacional”, indicó.
De acuerdo con el investigador, el enfoque de clases sociales contribuye a diferenciar socialmente a las comunidades y tiene cierta relación con los tipos de vulnerabilidades que estas poblaciones experimentan, mientras que el enfoque generacional permite estudiar con más detalle el fenómeno de interés al interior de las comunidades.
Cambio ambiental global
El proyecto incorpora la visión del Science Plan Urbanization and Global Environmental Change publicado por el International Human Dimensions Programme on Global Environmental Change (IHDP) en 2005.
El proyecto "Modificaciones de las formas de vida urbana en el estado de Yucatán en el contexto de la urbanización contemporánea, el cambio ambiental global y la sustentabilidad" cuenta con el financiamiento de Investigación Científica Básica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
De acuerdo con este reporte, al estudiar los impactos del cambio ambiental global en las formas de vida de las poblaciones urbanas es necesario prestar atención no sólo a los impactos generados por los eventos súbitos de crisis (por ejemplo, sequías, inundaciones, olas de calor, etcétera), sino también a otros fenómenos ambientales estresores que se generan de forma más lenta y paulatina (por ejemplo, los cambios en la temperatura y la humedad que no están asociados a las olas de calor), así como a otros fenómenos relacionados con el funcionamiento urbano y el bienestar social.
“Desde esta perspectiva es muy importante averiguar qué tan resilientes son la familias y los diferentes grupos sociales a los distintos tipos de impactos antes mencionados, y cuáles son las estrategias que las familias y los grupos sociales desarrollan para adaptarse a estos impactos”, apuntó el investigador.
Evaluación de la resiliencia
En la última fase del proyecto se evaluará si las formas de vida de las familias residentes en las comunidades seleccionadas son sustentables. En esta fase de la investigación se utilizará la noción resiliencia social dada su importancia para evaluar la sustentabilidad de las formas de vida, así como también se identificarán los retos y limitantes que enfrentan las familias en estas comunidades para desarrollar formas de vida sustentables.
“En esta fase del proyecto también se desarrollarán sesiones de grupos focales con una selección de las familias encuestadas para rectificar hallazgos y aclarar percepciones respecto de la interpretación de los datos”, describió.
¿Cómo se transforman las formas de vida urbana?
06
de Noviembre
de
2017
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