En un comunicado el Fideicomiso de Turismo de La Paz señaló que visitar dicho mar en invierno es una de las mejores experiencias, gracias a la diversidad de actividades que se pueden realizar en el destino, hogar de casi 80 por ciento de la biodiversidad marina.
Entre algunas de las actividades que pueden realizar los visitantes destaca el avistamiento del tiburón ballena, el cual reúne a miles de turistas que quieren admirar su grandeza a sólo unos metros de distancia, o bien, nadar a su lado.
La calidez del Mar de Cortés también da la bienvenida a ocho de las 11 especies de ballenas conocidas, entre las que destacan la ballena jorobada, la ballena minke, bryde, sei, la gris y la azul, conocida como el mamífero más grande del mundo.
Explicó que la ballena gris se puede avistar fácilmente por el lado del pacífico, desde los puertos Adolfo López Mateos y San Carlos, Guerrero Negro, Bahía Magdalena, la laguna Ojo de Liebre y la de San Ignacio, decretadas como refugio de ballenas y ballenatos.
El fideicomiso indicó que es indescriptible la experiencia de presenciar los jugueteos de los ballenatos y la nobleza con la que la madre se acerca a las embarcaciones para saludar a sus visitantes.
El organismo de promoción y fomento al turismo destaca que, aunque la temporada de avistamiento comienza en diciembre, en febrero y principios de marzo es cuando se pueden observar una mayor cantidad de ejemplares marinos.
Para realizar los avistamientos de manera segura y responsable, en La Paz se pueden contratar tour operadores que cuenten con todos los requerimientos solicitados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR).