México, 14 Dic (Notimex).- Los Pinos, El Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el Museo de Sitio de Chapultepec, son tres nuevos baluartes que la Ciudad de México suma a sus múltiples atractivos para deleite de sus visitantes.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República se dispuso que la antigua casa de 13 presidentes, Los Pinos, se convirtiera en un Centro Cultural; de esta manera, es posible conocer los espacios que fueron testigos de la vida familiar de los mandatarios y de diversos capítulos de la historia del país.
La historia del complejo se remonta a finales del siglo XIX, cuando José Manuel de Pablo Martínez del Río, uno de los hombres más acaudalados del país, adquirió el terreno y construyó una residencia.
Años más tarde, la propiedad y sus terrenos pasaron a manos de otro hombre pudiente: José Miguel Pacheco, quien la bautizó como “La Hormiga” al ser su propiedad más pequeña aun cuando se extendía a lo largo de varias hectáreas.
En 1934, Lázaro Cárdenas rompió la tradición presidencial de vivir en el Castillo de Chapultepec y decidió cambiar su residencia a “La Hormiga”. El general consideró inapropiado este nombre para la residencia oficial y así decidió renombrarlo como Los Pinos, en honor al lugar donde conoció a su esposa, Amalia Solórzano en Michoacán.
En la actualidad en el terreno flanqueado por rejas verdes se encuentran cuatro casas, el antiguo Molino del Rey, La Calzada de los Presidentes, El camino de la democracia, con bustos de políticos ilustres que fue inaugurado por Vicente Fox, la plaza Francisco I. Madero y diversos jardines.
Así como las habitaciones personales, áreas de seguridad y deportivas de la que fue residencia oficial en un espacio de 56 mil metros cuadrados de construcción, lo que es 14 veces más grande que la Casa Blanca, casa de los presidentes estadounidenses.
Por otro lado, la jefa de gobierno de la Ciudad de México abrió a los visitantes el Antiguo Palacio de Ayuntamiento que ahora es el Museo Virreinal para que los turistas puedan disfrutar de la historia de uno de los espacios más importantes en la capital del país.
En el espacio rodeado por barandas doradas inició su construcción en 1526 y se adecuó para que un mayor número de personas pueda conocer los cuadros de los virreyes, así como el cuerpo y espíritu de la ciudad, es decir dos lienzos que reflejan la capital del país en los siglos XVI, XVII y XVIII, litografías y la primer cata del Ayuntamiento que data de 1524.
Además, el Bosque de Chapultepec, a partir del 14 de noviembre, cuenta con su propio museo en el edificio histórico que funcionó como entrada del antiguo Colegio Militar de la primera sección, muy cerca de la Puerta de los Leones.
La restauración de las instalaciones requirió una inversión de 30 millones de pesos, resultado de aportaciones recaudadas por el Fideicomiso Pro Bosque de Chapultepec y la asociación civil Revive Chapultepec.
El museo permitirá el acceso a la memoria histórica del Bosque de Chapultepec, así como a su riqueza biológica, y cultural a los más de 19 millones de personas que año con año visitan el bosque.
Las obras de restauración y rehabilitación estuvieron a cargo del arquitecto Gabriel Mérigo, con el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Para lograr la apertura del Museo y Centro de Visitantes fueron necesarios más de dos años de trabajo que contemplaron, también la rehabilitación de zonas aledañas.
El museo recoge cuatro grandes momentos de la vida del lugar: Chapultepec Prehispánico, Chapultepec Colonial, Chapultepec del siglo XIX y Chapultepec del Siglo XX todo ello, de la mano de la tecnología que permite apreciar las etapas históricas y los lugares emblemáticos a través de pantallas táctiles.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República se dispuso que la antigua casa de 13 presidentes, Los Pinos, se convirtiera en un Centro Cultural; de esta manera, es posible conocer los espacios que fueron testigos de la vida familiar de los mandatarios y de diversos capítulos de la historia del país.
La historia del complejo se remonta a finales del siglo XIX, cuando José Manuel de Pablo Martínez del Río, uno de los hombres más acaudalados del país, adquirió el terreno y construyó una residencia.
Años más tarde, la propiedad y sus terrenos pasaron a manos de otro hombre pudiente: José Miguel Pacheco, quien la bautizó como “La Hormiga” al ser su propiedad más pequeña aun cuando se extendía a lo largo de varias hectáreas.
En 1934, Lázaro Cárdenas rompió la tradición presidencial de vivir en el Castillo de Chapultepec y decidió cambiar su residencia a “La Hormiga”. El general consideró inapropiado este nombre para la residencia oficial y así decidió renombrarlo como Los Pinos, en honor al lugar donde conoció a su esposa, Amalia Solórzano en Michoacán.
En la actualidad en el terreno flanqueado por rejas verdes se encuentran cuatro casas, el antiguo Molino del Rey, La Calzada de los Presidentes, El camino de la democracia, con bustos de políticos ilustres que fue inaugurado por Vicente Fox, la plaza Francisco I. Madero y diversos jardines.
Así como las habitaciones personales, áreas de seguridad y deportivas de la que fue residencia oficial en un espacio de 56 mil metros cuadrados de construcción, lo que es 14 veces más grande que la Casa Blanca, casa de los presidentes estadounidenses.
Por otro lado, la jefa de gobierno de la Ciudad de México abrió a los visitantes el Antiguo Palacio de Ayuntamiento que ahora es el Museo Virreinal para que los turistas puedan disfrutar de la historia de uno de los espacios más importantes en la capital del país.
En el espacio rodeado por barandas doradas inició su construcción en 1526 y se adecuó para que un mayor número de personas pueda conocer los cuadros de los virreyes, así como el cuerpo y espíritu de la ciudad, es decir dos lienzos que reflejan la capital del país en los siglos XVI, XVII y XVIII, litografías y la primer cata del Ayuntamiento que data de 1524.
Además, el Bosque de Chapultepec, a partir del 14 de noviembre, cuenta con su propio museo en el edificio histórico que funcionó como entrada del antiguo Colegio Militar de la primera sección, muy cerca de la Puerta de los Leones.
La restauración de las instalaciones requirió una inversión de 30 millones de pesos, resultado de aportaciones recaudadas por el Fideicomiso Pro Bosque de Chapultepec y la asociación civil Revive Chapultepec.
El museo permitirá el acceso a la memoria histórica del Bosque de Chapultepec, así como a su riqueza biológica, y cultural a los más de 19 millones de personas que año con año visitan el bosque.
Las obras de restauración y rehabilitación estuvieron a cargo del arquitecto Gabriel Mérigo, con el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Para lograr la apertura del Museo y Centro de Visitantes fueron necesarios más de dos años de trabajo que contemplaron, también la rehabilitación de zonas aledañas.
El museo recoge cuatro grandes momentos de la vida del lugar: Chapultepec Prehispánico, Chapultepec Colonial, Chapultepec del siglo XIX y Chapultepec del Siglo XX todo ello, de la mano de la tecnología que permite apreciar las etapas históricas y los lugares emblemáticos a través de pantallas táctiles.