Conocida como la cuna del mestizaje, esta ciudad fronteriza ofrece a los turistas la oportunidad de conocer parte de la cultura maya a través de sus zonas arqueológicas.
También encontrará una particular arquitectura que se observa en antiguas casas de madera, construidas al estilo anglo caribeño durante las primeras décadas del siglo XX.
El cronista de ciudad Chetumal, Fabián Gaspar Herrera, describe a este destino como la capital de la cultura quintanarroense, un sitio apacible, hospitalario y multicultural, que brinda una experiencia única a sus visitantes.“La zona se distingue de nuestras ciudades hermanas Yucatán y Campeche por su sincretismo cultural y por ser el lugar donde se procrearon los primeros mestizos”, describió.
Entre la oferta cultural de la ciudad destacan el Museo de la Cultura Maya, único en toda Latinoamérica, y la zona arqueológica Oxtankah, ubicada al norte de la ciudad.
Por su parte, la arquitectura del Palacio de Gobierno deleita a los visitantes con su estilo art déco, construido en la etapa más temprana de esta corriente, mientras que la escuela Belisario Domínguez y el Hospital Morelos muestran la obra del famoso escultor colombiano Rómulo Rozo, encargado de crear posteriormente el monumento a la Patria en Mérida.
“Poca gente lo sabe, pero Rozo realizó parte de su obra en Chetumal, donde también se dieron los primero brotes de arquitectura neoindigenista con art déco”, subrayó Gaspar.
La capital quintanarroense cuenta además con una maqueta creada por Don Luis Reinhardt Mc-Liberty, que recrea los trazos originales de las construcciones de Chetumal, antes llamada Payo Obispo.
“Payo Obispo era el antiguo nombre de la capital, el cual conservó hasta el 30 de enero de 1937, para luego convertirse en ciudad Chetumal. En la maqueta se puede apreciar cómo era el lugar en los años que van 1898 a 1938, cuando la mayoría de las casas estaban hechas de madera y láminas de Zinc”.
Al igual que en la maqueta, en las calles de ciudad Chetumal contemporánea se observan casas coloridas en las que se percibe el sabor porteño.
Para completar la oferta cultural de este destino, se cuenta con dos murales de Elio Carmichael, que narran la historia de Quintana Roo; el Museo del Faro, considerado uno de los monumentos históricos de Chetumal y ubicado en el Boulevard Bahía, que data de la década de los treinta; la Concha Acústica y el Centro Estatal de Bellas Artes.
Tras recorrer estos espacios artísticos y culturales, los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía de la región, en la cual destacan platillos como rice and beans (arroz con frijoles) y pollo con adobo.“Aquí tenemos una fuerte influencia de la comida yucateca por lo que también se puede consumir panuchos, salbutes, brazo de reina (tamal con huevo y chaya, pepita y salsa de tomate), productos que en su mayoría pueden tener el toque local al añadir un poco de queso bola”.
Gaspar considera que actualmente el turista ya no solo visita el caribe para disfrutar de su mar azul turquesa o esmeralda, sino para conocer las vertientes de la historia del lugar, su evolución y su cultura. “Chetumal es un espacio que brinda esta oportunidad, pues en él convergen cultura y naturaleza”.