Ante la proyección del gobierno estatal por establecer un santuario del manatí en esa zona de Jonuta, expuso que especialistas han acudido a capacitar a los responsables de los tres puntos de avistamiento y los habitantes toman medidas como no usar embarcaciones con motor sino sólo de cayucos, así como en el cuidado al utilizar mallas de pesca.
La presidenta del organismo, Karla Campos González, mencionó que hay conciencia comunitaria de no tirar basura al río ni generar contaminantes, pues los manatíes se encuentran libres en su hábitat y se acercan sin temor a las personas, hasta ocho en promedio en cada punto, quienes les dan de comer.
Lo que comenzó con un punto de avistamiento dirigido por cinco familias, refirió, pasó a tres sitios con más habitantes involucrados, quienes han colocado señaléticas para la llegada de visitantes, que sólo el pasado fin de semana fue de unos 300.
Lo anterior, abundó, se convirtió en una economía para los lugareños que ofrecen gastronomía tradicional.
De igual forma, dijo, esta nueva ruta del manatí es promocionada por las 22 agencias para los traslados, así como por los propios visitantes en sus redes sociales, por lo cual puede convertirse en un destino estrella en la región, localizada al oriente de Tabasco.
Mencionó que también se aprovechará la preservación o uso de otras especies con fines turísticos y educativos, como un proyecto que se prepara con la facultad de Biología de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), a fin de hacer recorridos en sus granjas de cocodrilos y sean especialistas quienes muestren desde la incubación, evolución y crecimiento de esta especie.