Esta afluencia dejará una derrama económica de 48 millones de pesos en poco más de 52 días de avistamiento, que se llevarán a cabo entre los meses de junio, julio y agosto, detalló el mandatario estatal en conferencia de prensa.
“Nos da mucho gusto recibir turistas, no tengo duda de que el Santuario de las Luciérnagas se convertirá en un destino de mayor interés para la sociedad y que se consolidará como una opción cotidiana para la Ciudad de México y el centro del país”, puntualizó acompañado por el subsecretario de Calidad y Regulación Turística de la Secretaría de Turismo (Sectur), Humberto Hernández Haddad.
Por su parte, Hernández Haddad destacó que el gobierno del estado de Tlaxcala ha dado un gran impulso a su sector turístico, aprovechando la conexión transversal que esta actividad tiene con el resto de los actores de la economía local y beneficiando a las comunidades.
“En el Turismo de Naturaleza se puede aprender el cuidado del medio ambiente, la preservación del agua y de la tierra, la administración y la gestión respetuosa del hábitat, que en el caso del Santuario de las Luciérnagas de Nanacamilpa, representan un reto para el turismo a nivel mundial, ya que muy pocos lugares del planeta ofrecen ese tesoro que Tlaxcala le presenta a los visitantes”, expresó.
Informó que a través del programa de Haciendas Históricas cuentan con por lo menos cinco recintos importantes en los cuales están integrando una oferta turística diversificada con contenido histórico, cultural y gastronómico, en donde participa de manera destacada la oferta de alimentos y bebidas de contenido regional.
Agregó que en la Secretaría de Turismo trabajan para crear experiencias que puedan aumentar la pernocta, prolongar la estancia y, en consecuencia, se tenga una mayor derrama económica de los visitantes en esta región.
Aunado a eso, la Sectur tiene en marcha un programa de grandes viveros localizados en el sur-sureste de la república, donde millones de árboles serán entregados a familias mexicanas para que los cuiden y de los cuales obtengan una renta, agregó.
“Son árboles maderables de especies finas: caobas, cedros y guayacanes, que permitan cumplir el doble propósito de apoyar el ingreso de las familias de escasos recursos para que puedan obtener una renta estable y, al mismo tiempo, remediar una situación grave que es la destrucción de la riqueza forestal del país”.