Tijuana, 16 Sep (Notimex).- El arte, cultura y gastronomía a través de sombreros, huaraches, collares, voladores de Papantla y blusas bordadas a mano, fomentan en Tijuana las raíces mexicanas a turistas de Estados Unidos y otros países en el Centro Cultural Tijuana.Estudiantes de intercambio de Bélgica, Dinamarca, Taiwán y Brasil entusiasmados por ver las raíces mexicanas a través de los voladores de Papantla se tomaron fotografías con ellos y adquirieron su arte.
Los voladores de Papantla se convirtieron en esta ciudad en un atractivo lleno de misterio y admiración que llamó la atención de niños y adultos con su vestimenta, ritual y sobre todo por su vuelo en el aire.
La explanada del Centro Cultural Tijuana, dirigida por Pedro Ochoa Palacio, lució llena de cactáceas, gastronomía de los pueblos originarios, artesanía, danzas y dulces típicos de México como las banderas.
En entrevista con Notimex, el artesano en Chiapas, Isel Hernández López, comentó que realiza collares, pulseras, aretes de ámbar y cuarzo y que la ropa, blusas, camisas, faldas, vestidos y pompones son tejidos a telar y con máquina.
Indicó que las artesanías como los collares los hacen con el ámbar, resina fósil de 40 millones de años de antigüedad según la ciencia, el cual es difícil de conseguir porque se encuentra en minas y en ocasiones pasan semanas sin lograr encontrarlo.
“El único lugar donde podemos localizar el ámbar está a cuatro horas de mi hogar, cuando logramos recolectar betas buenas es aproximadamente por dos o tres kilos”, manifestó el artesano de Chiapas.
Explicó que el suéter de lana de borrego es una elaboración telar, tejido que tardan en hacerlo de cinco a seis días y que exhiben en Tijuana por ser una ciudad turística visitada por millones de personas.
“En nuestro lugar de origen el arte no es tan apreciado como en Tijuana porque esta ciudad recibe turistas visitantes de Estados unidos y otros países que les gusta y valoran nuestro trabajo”, manifestó.
Explicó que desde hace nueve años se dedica a la artesanía, que aprendió a trabajar el ámbar y es un gusto heredado por sus padres y abuelos, que actualmente su familia integrada por su esposa e hijos participan en el arte que ofrecen en esta ciudad.
Hernández López comentó que a través del arte sustenta a su familia en Chiapas, que de ahí ha sacado a sus hijos adelante y los ha apoyado con sus estudios, quienes al ver trabajar a sus padres también les ha nacido el gusto por las artesanías.
“Viajamos a diferentes lugares de México para que no se pierdan las raíces mexicanas, fomentar las tradiciones, el arte de Chiapas y rescatar el arte, folklor, gastronomía y música”, manifestó el artesano.