Alcántara (España), 3 ago (EFE).- Las notas del violín de Clara suenan en el autobús de la expedición de la Vuelta al Mundo, un proyecto en el que participan 36 jóvenes iberoamericanos y donde la música cumple su papel, derrota al cansancio y crea comunidad entre personas venidas de más de diez países distintos.
Los 36 expedicionarios arrancaron esta aventura el pasado 21 de julio en la capital española y llegaron este martes a la localidad extremeña de Alcántara (suroeste) tras visitar parte del norte de España y las ciudades portuguesas de Matosinhos (norte) y Lisboa (centro).
Alcántara es la ciudad natal del marino Hernando de Bustamante y uno de los destinos de este viaje que homenajea precisamente a los participantes de la primera circunnavegación del mundo (1519-1521) liderada por el portugués Fernando de Magallanes y el español Juan Sebastián Elcano.
El recorrido de 23 días les trajo a Extremadura, tierra de muchos de los conquistadores españoles que llegaron a América, a donde estos jóvenes ingresaron cruzando el famoso puente romano, una reliquia de la región construido en los años 103 y 104 y que se mantiene perfectamente conservado.
Si la entrada fue triunfal para los 36 expedicionarios, aún fue más especial para las tres extremeñas que forman parte del proyecto: Clara, Celia y Vera, naturales de las localidades de Cáceres, Navalmoral de la Mata y Olivenza, respectivamente.
Agitando las banderas de sus países y regiones, con la extremeña al frente, estas jóvenes hicieron patria y lideraron el momento simbólico de entrada a España a pie.
"Me siento muy orgullosa de ser la anfitriona hoy porque la mayoría de la gente no conocía Extremadura y me gusta que su primera experiencia sea venir con la expedición a algo relacionado con mi tierra", decía Clara a EFE.
TRES EXTREMEÑAS PARA ENTRAR A ESPAÑA
Las tres extremeñas del proyecto pisaron con pie fuerte el puente de Alcántara, con la bandera de la región en las manos y cantando el himno de la comunidad.
"Alcántara es un sitio muy bonito y sobre todo la entrada, que la hemos hecho por el puente", consideraba esta joven que tenía claro que el fuerte calor típico de la época en esta parte de España "quizá haya impactado un poco" a sus compañeros.
Vera y Celia celebraban que la expedición haya llegado a Extremadura y más aún que haya hecho su entrada por un lugar tan emblemático como el puente romano de Alcántara.
"Me alegra que esto pueda ser un paso para que Extremadura deje de ser desconocida, muchas veces se infravalora nuestra tierra, y por ejemplo de aquí son muchos de los conquistadores de América y la mayoría de la gente no lo sabe", contó a EFE Celia.
Por su lado, Vera dijo que a pesar de que ya había cruzado el puente en una ocasión anterior, le hizo especial ilusión hacerlo junto a sus compañeros de otras regiones españolas y países latinoamericanos.
"Estar aquí en Extremadura y hacerlo con la bandera es un punto de felicidad para mí", compartió.
El mexicano Carlos se mostró satisfecho de poder conocer la tierra de los marinos que llegaron a América porque "desde la perspectiva de un latino" hay "algo de resentimiento" ante las acciones de la corona española en aquel territorio.
"Es un apego de la historia que tenemos del pasado, pero también tenemos que ser empáticos entendiendo el contexto con el que hacían esas expediciones", opinó.
Y es que para el mexicano tener la posibilidad de viajar en España y conocer la historia de sus expedicionarios es "un parteaguas" para "entender el pensar de las personas españolas" y compararlo con "con cómo se entiende en América Latina".