Montevideo, 6 ene (EFE).- Con un desfile cargado de color y al ritmo de sus tambores, las comparsas de Uruguay saldrán este viernes a la calle para celebrar a San Baltasar en una noche de fiesta en que primará la tradición sobre la competencia de las típicas "Llamadas" de carnaval, que tendrán lugar en febrero.
En una Montevideo casi vacía por las vacaciones de verano, el atardecer tiñe el cielo de naranja y da pie al viejo ritual: en una esquina se arma una ronda, aparecen los tambores.
Se trata de las juntadas de las comparsas, conjuntos característicos del candombe uruguayo que, en la previa de las "Llamadas de San Baltasar", practican su ritmo por la "tradición" de ese primer desfile heredado de la época colonial, cuando en el Día de Reyes los esclavos africanos celebraban a ese santo.
Así lo destaca a EFE durante un ensayo el jefe de cuerda de La Facala, Alexander Cortés, quien explica la diferencia entre esta instancia y la de las "Llamadas clásicas", que este año tendrán cita el 10 y 11 de febrero.
"Una es la competencia y la otra es la de más tradición, donde sale todo el mundo a la calle a celebrar porque es una celebración de San Benito y San Baltasar que se hacía desde el tiempo en que arranca el candombe", acota quien espera que sea una "fiesta" de "paz" y "armonía".
En la misma línea se expresa el director de Uganda, Rodrigo Abreu, para quien la fecha es "muy importante".
"Nuestro colectivo está muy identificado con (las Llamadas de) San Baltasar y para las nuevas generaciones que ya tomamos este ritual del 6 de enero es una gran responsabilidad en donde tenemos que decir siempre presente", apunta.
Sin embargo, tanto Abreu como Cortés aluden además a los preparativos de cara a febrero, cuando, de una forma "más estructurada" y con otros trajes, las comparsas se medirán en el desfile oficial de Llamadas.
"Nos estamos preparando desde el (pasado) mes de abril", sostiene Abreu, a lo que el integrante de Uganda Martín Rorra añade que este año el lema de su presentación será "Al racismo, colores" y homenajeará a los activistas sociales y referentes afrouruguayos Amanda Rorra y Agapito Carrizo.
"Para nosotros es muy importante posicionar a la comparsa frente a estos temas", indica Rorra, quien detalla que los colores representan "la diversidad", en oposición al racismo como problema estructural que "privilegia a unas personas sobre otras según su color de piel u origen étnico".
Por su parte, Cortés dice que La Facala nombró a su propuesta "Ancestral 2023" en homenaje a las tribus africanas que originaron el candombe y buscará reivindicar en su desfile a los personajes típicos de la comparsa: "gramillero", "mama vieja" y "escobillero".
"El tema de los personajes típicos (...) es en parte lo que se está perdiendo. Entonces son como si fueran tres tribus que protegen, hay una tribu de guerreros, una de cazadores y una guardia real", describe quien resalta que acompañará el espectáculo un ritmo distintivo en que "juguetean" más los bajos.