“Sí, le menté la madre, afortunadamente él, Dios, me lo soportó”, comenta la mujer de 50 años de edad, sobreviviente a esta enfermedad.
“Es que dejas todo, yo tenía cinco trabajos, después solo me dediqué a uno, a salvar mi vida durante año y medio”, recalca.
María Guadalupe logró lo que miles mujeres hubieran deseado, superar el cáncer de mama, pero a cambio, perdió uno de sus senos.
“Por primera vez vi mi cuerpo, las heridas, vi mis senos como no los había podido ver después del cáncer, toda mi perspectiva cambió”, platicó a Notimex.
“Aunque pude salvar mi vida física, no me había dado cuenta de lo terriblemente triste que estaba, del enojo, la rabia y la depresión en la que encontraba”, añadió.
Motivada por una de sus amigas, María Guadalupe, decidió inscribirse a una campaña de reconstrucción de seno por cáncer de mama.
“Me pasaron un cuestionario, yo nunca me había hecho esta pregunta ¿se siente usted inferior a otras mujeres? Ah caramba, cuando me lo preguntaron y siendo muy honesta conmigo, sí, lo guardaba en secreto, me escondía, sentía vergüenza”.
Luego de trámites, visitas, estudios y el apoyo de amigos, la psicoanalista de profesión, se sometió a un procedimiento de reconstrucción de senos por cáncer de mama en el Hospital General de México “Eduardo Liceaga”.
“Ahora es como sentir que vuelves a respirar, te vuelves a emocionar por el vestido, por el escote, por el labial, porque te vas a sentir bonita, porque ya no te vas a sentir inferior a otras mujeres, porque no solo me reconstruyeron el seno, me reconstruyeron la vida”.
Sin embargo, los ojos de Ortiz Oropeza, se vuelven a llenar de lágrimas al recordar que fue ella sola quien hizo frente al proceso.
“Tuve muchos amigos, pero la vida me ha llevado sin familia. Las enfermeras me preguntaban ´¿dónde está su acompañante?´ y yo no les podía contar por todas las pérdidas que he pasado. Se vive muy duro, se tiene mucho miedo”.
Después de un profundo respiro añade que a pesar de todo “se puede construir lo destruido”.
“Te das cuenta que el huracán ha pasado y que ya puedes empezar a hablar de esto. Me atrevo a decir a todas las mujeres con cáncer que no debemos de tener miedo; existen ángeles por todas partes y siempre pueden ocurrir milagros”, finalizó.