Después de múltiples cirugías y radioterapias, los abultamientos en el rostro se multiplicaban en días, y especialistas en Oklahoma y Houston lo enviaron a quimioterapia.
La calidad de vida cada día era menor. En lo que sería su primera sesión de quimioterapia, su doctora recordó el aviso de una farmacéutica alemana para recular a este tipo de pacientes con el fin de probar un nuevo medicamento.
"Pensé que nada tenía que perder, envíe la solicitud, en unos días me respondieron e inicie el tratamiento de oncología de precisión porque mi cáncer tenía la fusión TRK que lo hacía evolucionar muy rápido y ya se había extendido a cuello, pulmón, riñón e hígado", precisó.
Después de un mes, la mayoría de los tumores habían desparecido y sólo quedaba uno en un pulmón pero había reducido 65 por ciento.
Recibió tratamiento con larotrectinib, sustancia que bloquea la proteína TRK (de crecimiento en la etapa embrionaria) y hasta el momento no han aparecido nuevos tumores. El medicamento no ataca al tumor pero inhibe la acción de la proteína que causa la multiplicación de células malignas.
La terapia debe mantenerla toda su vida, ya que durante dos semanas que dejó de tomarla a causa de la cirugía para extirparle el tumor de pulmón se observó que los abultamientos aparecieron nuevamente.
Keith Taggart relató su experiencia durante el taller para periodistas de Latinoamérica sobre oncología de precisión, organizado por Bayer.
Los ensayos clínicos del fármaco autorizado para su comercialización en Estados Unidos y actualmente en trámite en la Unión Europea demostraron una tasa de respuesta general de 75 por ciento, en la que se incluye la respuesta completa en 22 por ciento de los casos.