En un comunicado, el máximo organismo internacional sanitario precisó que personal OMS ha distribuido rápidamente medicamentos y suministros médicos, incluyendo kits de cólera, soluciones de rehidratación oral y líquidos por vía intravenosa, así como equipamientos para tratar enfermedades diarreicas en las zonas afectadas
La OMS también está apoyando a las autoridades de salud para establecer módulos de terapia de rehidratación oral ambulantes para tratar la deshidratación leve y moderada debido a la diarrea, similares a los 10 que ya operan con éxito en Saná.
“Estamos muy preocupados con la reaparición del cólera a través de varias áreas de Yemen en el último par de semanas. Los esfuerzos deben ampliarse ahora para contener el brote y evitar un aumento dramático en los casos de enfermedades diarreicas”, indicó Nevio Zagaria, representante de la OMS en el Yemen.
El cólera es una infección diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria Vibrio cholera.
La mayoría de las personas infectadas no tienen o tienen síntomas leves, pero, en casos severos, la enfermedad puede matar en cuestión de horas si no es tratada, principalmente a niños menores de cinco años y adultos mayores, los sectores más vulnerables.
El aumento en los casos de cólera se presenta en momentos en que el sistema de salud de Yemen se desmorona por los más de dos años de conflicto armado, que ha causado serios estragos a la infraestructura, incluidas las instalaciones de agua y saneamiento, que están al borde del colapso.
La República de Yemen ha permanecido sumida en el caos desde septiembre de 2014, cuando las tropas del movimiento rebelde Houthi tomaron el control de la sede del gobierno, el aeropuerto, escuelas y varios edificios públicos de Saná, obligando al presidente Rabbu Mansur Hadi a huir a la sureña ciudad de Aden.
El brote de cólera en Yemen fue anunciado por el Ministerio de Salud Pública y Población (MSPP) de Yemen, el 6 de octubre del años pasado, aunque semanas después el número de casos se disparó rápidamente.
La OMS estima que 7.6 millones de personas viven en zonas de alto riesgo de transmisión del cólera, por lo que es urgente tomar medidas urgentes para evitar que la situación empeore y salga a de control.
Antes de este reciente resurgimiento, la OMS había apoyado la rehabilitación de 26 centros de tratamiento de la diarrea en las provincias afectadas y entrenado a trabajadores de la salud para tratar a los pacientes afectados, además de intensificar campañas sobre la prevención de la infección y normas de control
La Organización también ha entrenado y apoyado el despliegue de equipos de respuesta rápida para investigar los posibles casos y desinfectar con cloro las fuentes de agua en las zonas donde se ha reportado el cólera.
La OMS sigue apoyando los esfuerzos de las autoridades sanitarias en la mejora de la capacidad de diagnóstico, el fortalecimiento del sistema de vigilancia de la enfermedad, la entrega de medicamentos a las zonas de alto riesgo, destacó la declaración.
Además de impulsar la organización de campañas de educación sanitaria para las poblaciones en riesgo y la capacitación del personal nacional de gestión de casos y la detección temprana, así como en la elaboración y presentación de informes.
“Contener la propagación de la epidemia es una alta prioridad para la OMS y estamos coordinando esfuerzos con todas las partes y con nuestros socios de salud, agua y saneamiento para ampliar la escala de una respuesta integral y eficaz a la epidemia de cólera”, apuntó.