Tolosa, Francia, 29 Feb 2024.- "Noto la diferencia": en tan solo unas pocas sesiones de un tratamiento con luz y un casco futurista, Marie-Alice Yahé, excapitana de la selección francesa de rugby y obligada a retirarse tras numerosas conmociones cerebrales, ha "recuperado una vida casi normal ".
Crisis de ansiedad, claustrofobia, problemas de equilibrio, irritabilidad, dolor de cabeza, depresión, agorafobia... Hace casi una década desde que Yahé se retiró, bajo orden médica, pero las secuelas de los golpes recibidos en los terrenos de juego han dificultado durante mucho tiempo su día a día.
"Me acostumbré a no poder hacer algunas cosas", confiesa. "Vivo con una espada de Damocles sobre la cabeza, porque me dijeron que las enfermedades neurológicas podían llegar después de los 40 años y tengo miedo".
Antoine Burban, exrugbier del Stade Français y cuya carrera también se detuvo por encadenar conmociones, en 2022, habla de pérdidas de memoria, dificultad para conciliar el sueño y cambios bruscos de humor.
"Mis hijos, de 5 y 6 años, no entienden como puedo enfadarme tanto en cuanto hay algo en medio de la casa", cuenta, con lágrimas en los ojos. "No podemos prepararnos para tener de un día a otro a otra persona en la cabeza".
- "Un gran avance" -
Yahé y Burban iniciaron en diciembre un tratamiento experimental, con sesiones semanales de 20 minutos en las que tienen un casco que envía fuentes de luz, especialmente infrarroja, en dirección al cerebro.
"Desde entonces recuperó una vida casi normal", afirma Burban. "No se ha acabado, me quedan síntomas. Pero sé que puedo pasar un día entero con mis hijos sin entrar en cólera, que no voy a darles miedo".
Ahora colaboradora en Canal+, Yahé ha parado con los medicamentos que acostumbraba a tomar antes de comentar cada partido. Ha recuperado la estabilidad y sus vértigos han desaparecido.
"Tan solo lamento que no inventaron esto hace diez años", dice. "Vistos los resultados hoy, me habría devuelto mi licencia. Es un gran avance".
La guardameta de la selección francesa de balonmano Cléopâtre Darleux también se ha beneficiado de este tratamiento y se prepara para volver tras más de un año sin jugar. "Era el protocolo de la última oportunidad y ha funcionado", se alegra la campeona olímpica.
- ¿Comercialización en dos años? -
Médico del equipo profesional de rugby de Montpellier, el doctor Philippe Malafosse tuvo la primera idea de utilizar para las conmociones una tecnología desarrollada primero por la compañía RegenLife para luchar contra las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Junto al neurólogo Jean-François Chermann en París, trataron a cerca de cincuenta deportistas y analizaron la evolución de sus síntomas y de sus datos visibles y postulados.
"Estaba perplejo antes de comenzar este estudio, pero debo reconocer que los primeros resultados son muy prometedores", menciona el doctor Chermann, especialista en las conmociones en el deporte.
"Desbloqueamos en una sesión algunos casos con antigüedad. Es increíble", se sorprende el doctor Malafosse. "Tenemos hipótesis, pero no explicaciones, más allá de haber devuelto la circulación a funciones que estaban inhibidas".
Director de RegenLife, empresa de tecnología médica fundada hace ocho años en la región de Montpellier, el doctor Patrice Cristofini explica que la fotobiomodulación (estimulación lumínica) actúa sobre las mitocondrias para "regenerar células enfermas y calmar el mecanismo neuroinflamatorio".
"Estamos seguros de que funciona. No es invasivo, no implanta electrodos. No es doloroso y está bien asumido, no hay efectos secundarios", asegura.
Convencido de poder "cambiar las reglas del juego" sobre "un auténtico asunto de salud pública", RegenLife espera comercializar de aquí a dos años su casco lumínico.