Añadió que es importante que los padres rompan esquemas respecto a la forma de crianza de sus hijos y se sumen a crear un modelo diferente en el que de una forma saludable puedan corregir y mejorar la conducta de los niños, si es que incurren en algún mal comportamiento, sin la necesidad de aplicar castigos severos o físicos.
"Es muy común llegar a la escuela y que la maestra te diga que tiene reporte y tu reaccionas, te enganchas y lo regañas, además los exhibes al decirles: 'siempre es lo mismo contigo'; pero la realidad es que también debes escuchar a tu hijo y creerle, y platicar cuando ambos estén tranquilos y sin exaltarse".
Expresó que la psicología positiva no elude la disciplina y el establecimiento de límites y reglas de padres a hijos, "por el contrario, busca que el niño se haga responsable y consciente de sus emociones y acciones".
"Si a la primera vez que no te obedeció o te hizo caso, entonces le haces saber que habrá consecuencias inmediatas si continúa de forma rebelde, consecuencias cortas, como no ver 15 minutos su programa de televisión, o no jugar con su juguete favorito por 30 minutos etcétera, pero deben ser inmediatas, es decir en cuanto suceda la acción negativa".
Indicó que detrás de un mal comportamiento hay una necesidad del niño generalmente de obtener mayor atención de los padres, por lo que es importante satisfacer ese requerimiento y ofrecerles alternativas para adoptar una conducta más positiva.
"Digamos que si peleó a un niño porque le rompió su juguete favorito, hablar con él y entender lo que él siente (empatía), posteriormente preguntarle de forma directa si cree que esa haya sido la mejor forma de reaccionar, es decir, que reflexione sobre su comportamiento, sin que tú como padre acusarlo o decirle que es un mal niño".
Señaló que es importante que dentro de esta nueva forma de crianza, practicar el refuerzo positivo, lo cual consiste en destacar los buenos comportamientos y habilidades que el niño tiene, y tratar de corregir situaciones negativas, sin mermar la autoestima.
"Decirle por ejemplo, yo sé que eres muy bueno para esto, o tu eres un niño bien portado, normalmente no actúas así, platícame que es lo que sucedió y en que te puedo ayudar".
Resaltó que para poder aplicar psicología positiva "basta con que los padres tengan la disposición de hacerlo, establecer una relación más estrecha con sus hijos y priorizar el diálogo y el entendimiento, en caso de ser necesario es recomendable buscar ayuda profesional con especialistas".