“Uno de los hallazgos más relevantes es que mientras mayor es el estrés oxidativo de las plantas que producen estos frutos, mayor es la concentración de sus compuestos, lo que permitiría una mejor absorción del organismo”, destacó.
La especialista del Campus Querétaro realizó una investigación titulada “Propiedades fitoquímicas y farmacológicas de metabolitos secundarios en bayas”, una revisión de estudios que asocian a dichos frutos con la prevención y el tratamiento del cáncer y enfermedades crónico degenerativas.
De acuerdo con esa información, las fresas, frambuesas, moras, arándanos, grosellas, uvas y bayas de saúco tienen alto contenido de fitoquímicos, especialmente flavonoides y antocianinas.
Todos esos compuestos, destacó la especialista en un comunicado, son de tipo polifenólicos con una importante actividad antioxidante, lo que significa que combaten el estrés oxidativo, proceso de deterioro celular que incide en diferentes enfermedades.
Lina García publicó un artículo en el "Handbook of food bioengineering" sobre el tema y en él se refiere a ejemplos como el resveratrol, un fitoquímico que se encuentra en uvas, bayas y cacahuates que inhibe el crecimiento de células de cáncer de mama, y bloquea los efectos del crecimiento de células cancerosas.
Las moras y las frambuesas son también fuentes de antocianinas con propiedades antioxidantes, ácido gálico y ácido elágico, que tienen actividades quimiopreventivas. García Mier adelantó que realizará propuestas para generar mayor estrés en estas plantas.