En un comunicado, la OMS informó que el nuevo brote se localizó en la localidad de Bikoro, en la provincia de Equateur, a orillas del lago Tumba, en la parte noroeste de la RDC, cerca de la vecina República del Congo, luego de la confirmación de dos casos con pruebas de laboratorio.
La máxima institución sanitaria global explicó que el Ministerio de Salud de la RDC le informó que dos de cada cinco muestras recogidas a cinco pacientes dieron positivo al ébola en el Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB, por sus siglas en francés) en Kinshasa.
“Al conocer los resultados de laboratorio, la OMS estableció su sistema de gestión de incidentes para dedicar por completo el personal y los recursos de toda la organización a la respuesta”, destacó la declaración, publicada en la página web del organismo.
La OMS, agregó, colabora estrechamente con el gobierno de la República Democrática del Congo para ampliar rápidamente sus operaciones y movilizar socios de salud utilizando el modelo de respuesta exitosa a un brote de EVD similar en 2017.
"Nuestra principal prioridad es llegar a Bikoro para trabajar junto con el gobierno y nuestros socios para reducir la pérdida de vidas y sufrimiento relacionados con este nuevo brote de la enfermedad del virus del Ébola", afirmó el director adjunto de la OMS, Peter Salama.
El primer equipo multidisciplinario formado por expertos de la OMS, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) y la División Provincial de Salud viajó la víspera a Bikoro para fortalecer la coordinación y las investigaciones, justo después de que la RDC (antes Zaire), anunció el resurgimiento del virus.
“Trabajar con socios y responder temprano y de manera coordinada será vital para contener esta enfermedad mortal", subrayó Salama.
Los nuevos casos fueron reportados desde la instalación de salud iIkoko Iponge, ubicada a unos 30 kilómetros de Bikoro, las cuales tienen una funcionalidad muy limitada y dependen de organizaciones internacionales para proporcionar atención y suministros, que a menudo se agotan.
"Sabemos que abordar este brote requerirá una respuesta integral y coordinada. La OMS trabajará estrechamente con las autoridades de salud y los socios para apoyar la respuesta nacional”, señaló por su parte, el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
"Recopilaremos más muestras, realizaremos el seguimiento de contactos, involucraremos a las comunidades con mensajes sobre prevención y control, y pondremos en práctica métodos para mejorar la recopilación y el intercambio de datos", subrayó Moeti.
Para hacer frente al nuevo brote de ébola, la OMS planea desplegar epidemiólogos, especialistas en logística, médicos, expertos en prevención y control de infecciones, expertos en comunicaciones de riesgo y equipos de apoyo a la vacunación.
Para esta labor, la OMS liberó un millón de dólares de su Fondo de Contingencia para Emergencias, a fin de apoyar las actividades de respuesta durante los próximos tres meses con el objetivo de detener la propagación del Ébola en la RDC y países circundantes.
El virus, una enfermedad grave y aguda, que a menudo es mortal si no se trata, tiene una tasa promedio de letalidad de alrededor del 50 por ciento, y es transmisible por contacto con la sangre o los fluidos corporales de animales infectados (generalmente monos o murciélagos de la fruta).
Los síntomas de la enfermedad suelen comenzar entre los dos días y las tres semanas después de haber contraído el virus, con la presencia de fiebre, dolores musculares, de garganta y de cabeza, después siguen náuseas, vómitos, y diarrea, junto con fallo hepático y renal, y final el paciente sufre complicaciones hemorrágicas.