México, 9 enero 2024.- México enfrenta un desafío significativo en el ámbito de la salud con un incremento en las enfermedades cardiovasculares (ECV), responsables de más del 20% de las defunciones en el país, según estadísticas de la Secretaría de Salud.
Los expertos destacan la conexión entre las ECV y las enfermedades renales, subrayando que pacientes con enfermedades cardiacas crónicas tienen un riesgo elevado de desarrollar enfermedad renal y viceversa.
Investigaciones recientes han identificado a la urea como un factor de riesgo cardiovascular no tradicional en pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Para reducir los niveles de urea en sangre, se recomienda mantener una microbiota intestinal saludable y una dieta baja en proteínas, además del tratamiento médico con alfacetoanálogos.
Nadia Saavedra, especialista en nefrología, enfatizó la importancia de una dieta baja en proteínas para pacientes con ERC, lo cual ayuda a disminuir la presión glomerular y la hiperfiltración, ralentizando la progresión de la ERC y reduciendo la proteinuria.
La comunidad médica, investigadores y la industria farmacéutica en México están colaborando para desarrollar soluciones integrales que atiendan estas condiciones médicas.
La especialista destacó la necesidad de enfoques innovadores que aborden de manera efectiva tanto las enfermedades cardiacas como renales.
En términos de medidas terapéuticas y preventivas, preservar la función renal es una prioridad. La especialista señaló que evitar el deterioro de la función renal puede resultar en una mayor supervivencia, especialmente en pacientes con ERC en etapas iniciales.
Además, la especialista resaltó la relevancia de los alfacetoanálogos, que contienen aminoácidos esenciales para prevenir la formación de urea y ayudar en la formación de proteínas necesarias en el organismo.
La inclusión de un nutriólogo renal en el tratamiento médico-nutricional de los pacientes con ERC es crucial.
Por último, se recomendó el uso de Cetolán Polvo dispersable Sobres III para reducir los niveles de urea y preservar la función renal. Para controlar la progresión de la ERC, es fundamental mejorar los niveles de glucosa en sangre, controlar adecuadamente la hipertensión arterial, disminuir la ingesta de proteínas y sodio, y evitar el sedentarismo.