Tan sólo en Europa, dijo el especialista durante su visita a México, alrededor de 6.2 millones de jóvenes que utilizaron el dispositivo dejaron de fumar, y nueve millones más redujeron su consumo de tabaco.
Ante ello, advirtió sobre la necesidad de regular efectiva y apropiadamente el uso de esos dispositivos en todos los países, incluido México, para permitir el uso adecuado del cigarro electrónico.
En ese sentido, dijo que "las regulaciones deben de ser apropiadas y moderadas. Hay algunos países que han hecho regulaciones sobre cigarros sin basarse en aspectos científicos y basadas sólo en el miedo, por lo que resultan ineficaces”.
En entrevista, el médico especialista refirió que actualmente ya son muchos los países en donde el uso del cigarro electrónico ha sido completamente favorable para reducir enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Farsalinos, quien ha publicado más de 50 estudios sobre seguridad y patrones de consumo para reducir el daño por tabaco, dijo que existen casos como el de Inglaterra, que apoya activamente el uso del e-cigarette o vaporizadores para dejar de fumar.
De tal forma, hoy en día experimentan el más bajo consumo de tabaco jamás registrado en su historia. “Han visto que los cigarrillos electrónicos han jugado un papel fundamental para ese resultado.”
Incluso, el gobierno de Reino Unido emitió un reporte oficial acerca del control del tabaco y consideran al cigarro electrónico como parte de la solución, y no del problema, para disminuir el consumo del tabaco sustancialmente hacia 2027.
Dijo que, de acuerdo con sus investigaciones, “no hay ningún país en el mundo en donde hayamos visto un impacto negativo, por el contrario, en los países en donde los cigarros electrónicos han sido utilizados y están permitidos, hemos visto resultados positivos”.
“Entiendo que mucha gente está haciendo conciencia y entiendo que hay muchas preocupaciones teóricas; pero los cigarros electrónicos, desde su venta hasta su utilización, no han generado ningún problema en la sociedad y todos los estudios serios los respaldan. Hoy no podemos seguir hablando de falta de información”.
Por eso, comentó que las decisiones deben de tomarse basadas en esas evidencias, aunque deben ser flexibles y permitir que se continúe el monitoreo de las diferentes situaciones en cada país para, si es necesario, ajustar la regulación.
"El asunto es proveer información adecuada, confiable y equilibrada a los fumadores y permitirles elegir. Creo que es un deber ético y una responsabilidad proveer al fumador de tantas herramientas con riesgos inferiores como sea posible, en el esfuerzo de dejar de fumar”.
El caso de México no es la excepción, refirió, el uso de los cigarrillos electrónicos debiera ser regulado, tener ciertas reglas de estos productos con algunos criterios mínimos de calidad y crear una ventaja sobre los cigarros convencionales.
“El ideal es que estas personas puedan dejarel tabaco, los cigarros electrónicos son una alternativa viable y efectiva para reducir los riesgos de enfermedades por tabaquismo”, aseveró.