Ciudad de México, 20 oct (EFE).- Los biomarcadores, que son moléculas biológicas encontradas en sangre, son clave para el diagnóstico y prevención de enfermedades, detectar el riesgo hereditario de desarrollar cáncer y elegir mejor los tratamientos, dijo este miércoles un especialista.
“Actualmente, en enfermedades como cáncer de pulmón, la toma de decisiones se basa en biomarcadores porque nos ayudan a hacer un abordaje más eficaz de la enfermedad”, dijo el oncólogo Gonzalo Recondo, coordinador de la Unidad de Oncología Torácica del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirino” de Argentina.
Durante su participación en el foro “El futuro de la medicina”, el especialista refirió que la medicina de precisión, en la que se utilizan biomarcadores, permite personalizar la estrategia de tratamiento y cuidado de cada persona.
“Es un nuevo paradigma y ha cambiado en los últimos años la vida de muchos pacientes con cáncer de pulmón”, precisó.
El experto señaló que se estima que actualmente el 45 % de los pacientes en Latinoamérica que viven con cáncer de pulmón con adenocarcinoma tienen una terapia basada en biomarcadores.
“Esto ha permitido que puedan vivir por 5 o 7 años con una buena calidad de vida tras el diagnóstico, cuando antes vivían solo meses”, aseveró.
Recondo añadió que el cáncer de pulmón es el segundo más común entre las mujeres y los hombres latinoamericanos y tan solo en 2020 en la región se diagnosticaron poco más de 97.600 casos.
Asimismo, dijo que esta es una enfermedad altamente estigmatizada pues “se piensa que solo se presenta en personas fumadoras y se les culpabiliza”.
Sin embargo, abundó, aunque el consumo de tabaco es la principal causa prevenible de esta enfermedad, pues es el responsable de alrededor del 90 % de los casos, el restante 10 % se atribuye a otros factores como la contaminación, las sustancias químicas, ser fumador pasivo y el historial familiar.
“Necesitamos quitar el estigma, educar a médicos y a financiadores de la salud, sobre la enfermedad, el tamizaje y los tratamientos innovadores que pueden cambiar el pronóstico y la calidad de vida de las personas”, comentó.
Finalmente, dijo, nadie se merece tener cáncer de pulmón, pero insistió en la necesidad de hablar del tema y que los pacientes empiecen a ser visibilizados para que haya políticas de Estado que ayuden a que todos puedan tener acceso al diagnóstico y tratamiento adecuado y personalizado.
“Necesitamos hacer mucho trabajo en nuestra región, que los pacientes y asociaciones impulsen iniciativas para que el panorama cambie”, concluyó.