Mérida, 13 Sep 14 (Notimex).- La investigadora en salud del trabajo, Paulina Herrera Reyna, alertó de una posible relación entre la dermatitis cenicienta -por el tono grisáceo que adquiere la piel- y el uso del fungicida clorotalonil en la actividad agrícola.
La especialista, quien participa en el último día del XVIII Congreso Nacional de Salud en el Trabajo, lamentó que esta enfermedad sea poco estudiada, y por lo cual se le considere dermatitis “rara”.
La investigadora, egresada del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que la dermatitis cenicienta es un trastorno de la piel y sus efectos adversos son solo de tipo cosméticos, pero aún se estudia si el clorotalonil tiene efectos en órganos como riñones.
Las primeras descripciones de esta enfermedad datan de 1957, reportadas en trabajadores de Centroamérica, donde más casos se han documentado, así como en Asia y Sudamérica, pero en el caso mexicano no ha sido estudiada.
Tras presentar el caso de un paciente dedicado a la cosecha de tomate en diversos estados del norte del país, refirió que los agricultores “tienen una gran cantidad de riesgo por motivos de su trabajo”.
Entre estos riesgos, afirmó, está una cantidad muy importante de plaguicidas.
Herrera Reyna indicó que la enfermedad es de progresión lenta, simétrica e inicia en la parte del tronco superior del paciente, con pigmentación roja, pero el paciente no acude a consulta médica.
Cuando se aprecia una manchita en la cara, debe acudirse al médico de inmediato, a fin de confirmar o descartar si es dermatitis cenicienta, pero también para vigilar posibles efectos negativos por “intoxicación sistémica que dañe hígado o pulmón”.
Apuntó que aunque los efectos más severos del clorotalonil se encuentran en el aspecto de orden estético y psicológico, aún continúan las investigaciones, dado que en ratas se han visto efectos adversos como la aparición de afecciones nefrotóxicas y cancerígenas.
La especialista, quien participa en el último día del XVIII Congreso Nacional de Salud en el Trabajo, lamentó que esta enfermedad sea poco estudiada, y por lo cual se le considere dermatitis “rara”.
La investigadora, egresada del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que la dermatitis cenicienta es un trastorno de la piel y sus efectos adversos son solo de tipo cosméticos, pero aún se estudia si el clorotalonil tiene efectos en órganos como riñones.
Las primeras descripciones de esta enfermedad datan de 1957, reportadas en trabajadores de Centroamérica, donde más casos se han documentado, así como en Asia y Sudamérica, pero en el caso mexicano no ha sido estudiada.
Tras presentar el caso de un paciente dedicado a la cosecha de tomate en diversos estados del norte del país, refirió que los agricultores “tienen una gran cantidad de riesgo por motivos de su trabajo”.
Entre estos riesgos, afirmó, está una cantidad muy importante de plaguicidas.
Herrera Reyna indicó que la enfermedad es de progresión lenta, simétrica e inicia en la parte del tronco superior del paciente, con pigmentación roja, pero el paciente no acude a consulta médica.
Cuando se aprecia una manchita en la cara, debe acudirse al médico de inmediato, a fin de confirmar o descartar si es dermatitis cenicienta, pero también para vigilar posibles efectos negativos por “intoxicación sistémica que dañe hígado o pulmón”.
Apuntó que aunque los efectos más severos del clorotalonil se encuentran en el aspecto de orden estético y psicológico, aún continúan las investigaciones, dado que en ratas se han visto efectos adversos como la aparición de afecciones nefrotóxicas y cancerígenas.