Una nueva traición a las mujeres

A la tristeza por la traición a las mujeres de los partidos que conforman el gobierno, hoy hemos de sumar la tristeza por las violencias ejercidas contra mujeres en días pasados, cuando ejercían su derecho a la libre manifestación.

Fueron agredidas e insultadas por personas transgénero, que no transexuales, por exigir el cumplimiento de la agenda feminista y por exigir que se pare la tramitación de las llamadas “leyes trans” que persiguen el borrado de las mujeres como sujetos políticos.

Ya desde hace un tiempo en las redes sociales, sobre todo en Twitter se lleva a cabo una campaña de insultos y de difamación hacia aquellas que pensamos que esta traición a las mujeres por parte de los partidos en el gobierno es una grave equivocación que afecta a todas las mujeres y a parte de la infancia y de la adolescencia.

Obviamente quienes salen ganando, entre otras, son las multinacionales farmacéuticas y grandes lobbies internacionales que financian esta nueva forma del patriarcado para mantener sus privilegios. Para entender mejor lo que significa el borrado de las mujeres invito a que visiten la siguiente página web: https://contraelborradodelasmujeres.org/ porque van a encontrar toda la información con todas las respuestas a las posibles preguntas que puedan albergar.

A las redes sociales, hemos de sumar medios de comunicación importantes como “El País” que se han sumado a la defensa de estos postulados, así como desgraciadamente para el progresismo, algunos otros pretendidamente progresistas.

Desde el feminismo siempre se han defendido los Derechos Humanos de todas las personas. Y digo bien Derechos Humanos de todas las personas porque hay que aclarar que ser mujer no es un deseo, es una realidad biológica. Le pese a quien le pese. Y nuestros Derechos Humanos están ya siendo violentados en países que ya avalaron estas teorías.

La desaparición de la categoría de premio a mejor actriz o actor del Festival de Cine de San Sebastián es una realidad de lo que digo, pese a que CIMA, es la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, exige mayor presencia de mujeres en estos ámbitos. Como vemos, van ganando la batalla.

Y cuando este tipo de batallas se pierden, perdemos todas las mujeres, porque vamos desapareciendo de espacios en donde ya estábamos. Y eso se llama borrado de las mujeres.

Lo mismo ocurre con el lenguaje, que cuando se habla de seres menstruantes, o de seres con vulva con el único objetivo de no hablar de mujeres, se pretende borrar el concepto de mujer como sujeto político con derechos específicos.

El chantaje de algunos colectivos a toda la sociedad justo en este mes en el que celebra el Día del Orgullo Gay ha sido el detonante de tantas prisas para llevar este tema al próximo Consejo de ministros. Eso es más que una evidencia, es una realidad. Y los partidos del gobierno, en quienes la mayoría de las feministas depositamos nuestras esperanzas, nos han traicionado por una carroza en el desfile.

Me dan mucha tristeza mujeres como Carmen Calvo quien, pese a no ser santa de mi devoción, va a tener que elegir entre intereses partidistas o coherencia. Pero desgraciadamente no es la única. Hay muchas más y lo saben. No voy a nombrarlas por respeto y por discreción, pero van a ser muchas las que van a tener que elegir porque en definitiva las mujeres que en estos momentos están en política ejerciendo como tales van a tener que elegir entre coherencia o traición al resto de mujeres.

Porque hemos de recordar que si ellas están ahí es gracias a las luchas de muchas mujeres que, siendo feministas, han exigido leyes como la de igualdad efectiva entre mujeres y hombres que garantiza listas igualitarias en las candidaturas. Y eso, también corre el riesgo de desaparecer con la llamada autodeterminación de género que es lo mismo que por un simple deseo cambiar de género invadiendo espacios que costaron tanto de conseguir.

Hoy estoy triste por las agresiones que algunas compañeras sufrieron en Murcia y Catalunya, según me comenta una amiga. Pero lo estoy todavía más triste por la traición de estos partidos a las mujeres y a los menores. Una traición que puede costar mucho sufrimiento a muchas personas y durante mucho tiempo.

Hace unos meses hablaba con otra amiga del tema y le explicaba que estos procesos de transicionar con hormonas, en demasiados casos son irreversibles para el cuerpo que lo lleva a cabo. Y si pensamos que se parte de un deseo, como todo el mundo sabe, los deseos son variables y volubles.

El neoliberalismo lo invade todo y lo borra todo. Primero borró a la clase trabajadora con sus discursos de emprendimiento, ahora pretenden borrarnos a las mujeres. Y viene de la mano de partidos progresistas. No en vano muchas defensoras nos sentimos huérfanas de referentes en las izquierdas. Yo soy una de ellas. Y si mañana hubiera elecciones, mi voto, tradicionalmente de izquierdas, se perdería. Y me consta que somos muchas las que nos sentimos así.

La verdad es que no me gustaría estar en la piel de las mujeres que tienen que elegir entre coherencia o traición. O entre intereses partidistas y coherencia. Algunas, y digo bien, algunas ya han elegido traición. Y si alguna cosa tengo es memoria y por tanto sé a quien no he de volver a votar jamás.

Intentar manipular y confundir el legado y la lucha feminista con los postulados del partido de ultraderecha, es una mezquindad más de gente sin escrúpulos que desprecia la lucha feminista y su fortaleza para poder justificar su traición.

A pesar de la traición que está a punto de perpetrarse, las feministas seguiremos exigiendo el cumplimiento de nuestros Derechos Humanos y exigiendo nuevos con base en nuestra condición de mujeres. Porque los deseos de unos no pueden evitar nuestro compromiso con todas las mujeres.