El momento del parto constituye el periodo más difícil de la maternidad. La medicalización del parto en el último siglo conllevó a la pérdida de las redes familiares en un momento en que las mujeres requieren de comprensión y apoyo a fin de contar con la fortaleza que requiere el nacimiento de un bebé.
En México, más del 90 por ciento de los partos se atiende en unidades médicas públicas o privadas, esta institucionalización conllevaa que este proceso se viva en solitario con personas ajenas, en un ambiente por demás inhóspito: una bata que la mayoría de las veces cubre de manera incompleta tu cuerpo, la desnudez afecta la dignidad y la confianza, una camilla muy alta y angosta que te hace sentir insegura y con miedo de caer, jóvenes médicos que continuamente te hacen tactos vaginales, que te avergüenzan y te molestan, un lenguaje de comunicación incomprensible que no te permite reconocer qué es lo que está sucediendo a tu alrededor. Estos sucesos y otros más llevan a que el parto se haya convertido en un evento doloroso, traumático y vergonzoso.
Por ello el movimiento de mujeres por una maternidad segura y gozosa, las mujeres organizadas indígenas y el movimiento de parteras han promovido nuevas formas para la atención del parto acordes a las necesidades de las mujeres. Estas iniciativas, parten de que la atención debe estar centrada en la mujer embarazada y su familiar, ser oportuna, con buen trato, y que las mujeres puedan decidir la posición en que quieren tener a su bebé.
Una investigación realizada en 2016-2017 se interesó en conocer qué quieren las mujeres de los servicios de salud. Esto es lo que ellas refirieron:
Respeto de la posición elegida por las mujeres durante el trabajo de parto y para parir.
Que el control y seguimiento del embarazo, parto y puerperio se lleve a cabo con el menor número de proveedores/as, que se brinde una atención personalizada con información actualizada, veraz y clara.
Que durante el parto y el puerperio se permita a las mujeres contar con acompañantes de su confianza y se implementen recursos terapéuticos alternativos, como los masajes.
Que durante el parto se permita el movimiento continuo y que, en su fase activa, personal médico y de enfermería las apoyen de manera emocional positiva con frases de ánimo y motivación y no con regaños, burlas y humillaciones.
Que se promueva el corte tardío del cordón umbilical, el apego inmediato de la madre con la o el bebé y la lactancia materna exclusiva.
Que los establecimientos de salud cuenten con cunas de colecho en las salas de recuperación, y las y los bebés permanezcan con sus madres durante la estancia hospitalaria.
Que se instalen salas de recuperación diferenciadas para las mujeres que tuvieron abortos y nacimientos.
Que los prestadores de servicios de salud reciban cursos de capacitación y sensibilización en torno a una atención humanizada y respetuosa de los derechos de las usuarias.
Lo que las mujeres quieren es: 1) Seguridad: que la atención se otorgue de acuerdo a los protocolos médicos y que se observen las mejores prácticas a fin de asegurar el bienestar de la vida y del bebé y 2) Confianza: que pueda haber continuidad en el servicio que permita establecer lazos de confianza en un evento que involucra la intimidad como es el parto
La Campaña “Un parto seguro y de confianza, ¡es tu derecho!” (Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud A.C, el Centro de Estudios Superiores en Antropología Social y el Observatorio de Mortalidad Materna en México, 2018) busca visibilizar las necesidades de las mujeres y evitar la naturalización del mal trato y la mala atención en los hospitales públicos.
Las cápsulas de radio sobre los derechos en salud materna, están producidas en castellano y en 10 lenguas originarias. Los mensajes están basados en las experiencias de las mujeres que se documentaron en la investigación.
Al revisar los documentos oficiales y la Norma Oficial Mexicana 007-2016 para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida, se comprobó que la atención que las mujeres quieren está contemplada en estos documentos. Esos son de carácter obligatorio para todos los establecimientos de salud. Si estos lineamientos oficiales fueran puestos en práctica, las mujeres vivirían un parto seguro y de confianza. (María Graciela Freyermuth Enciso)
Un parto seguro y de confianza: lo que las mujeres quieren
01
de Marzo
de
2019
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