Guatemala.- 11 Mar 14.- Editar el número 171 de la publicación feminista la Cuerda es motivo de gran satisfacción para quienes estamos comprometidas con el proyecto, y este gozo aumenta porque el 8 de marzo cumplimos 16 años.
La permanencia de este medio sin duda ha sido posible por la redes de colaboradores, integradas principalmente por mujeres, quienes mes a mes aportan trabajo voluntario al escribir, opinar, tomar fotos, dibujar, distribuir, comentar, difundir y promover grupos de estudio.
En este tiempo hemos recibido múltiples apoyos, pero los obtenidos el último año provienen de quienes respondieron ante la situación adversa que enfrentamos porque la cooperación internacional ahora difícilmente aporta recursos para medios alternativos, bajo el supuesto que no son prioritarios o que deben regirse con las leyes del mercado; de ahí su interés por solidarizarse con nuestra publicación, que quizás en 2014 tenga que cerrar una etapa.
El trabajo en equipo nos ha permitido madurar nuestra propuesta de periodismo feminista, mismo que ha ganado un público receptor atento y activo.
En este proceso lasCuerdas hemos aplicado el enfoque emancipador a la comunicación, que si bien lo hemos concretado en un medio impreso y electrónico, también lo ejercemos y seguiremos practicando en otros espacios privados y públicos.
En nuestras publicaciones hemos defendido las propuestas feministas desde diferentes miradas que pugnan por la construcción de nuevas relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza sin abusos ni maltratos, ya que las que ahora predominan reproducen las desigualdades y la discriminación, el hambre, la violencia y la devastación.
En este camino hemos coincidido con expresiones organizadas que han encontrado en laCuerda un canal para difundir sus planteamientos, ya que los medios comerciales las excluyen o manipulan sus declaraciones.
Al analizar varios medios comerciales, es fácil ver que los discursos de los movimientos sociales son desdibujados porque las voces gubernamentales y empresariales son avasalladoras, las cuales se difunden sin alterar la orientación de sus autores.
En contraste, las fuentes sociales que exigen respeto a las consultas comunitarias las califican de ilegales; si reivindican la defensa del territorio las llaman atrasadas o vinculadas al narco; si protegen sus tierras las relacionan con el lavado de dinero; si demandan justicia las tildan de comunistas, marxistas o terroristas.
Ante este panorama, producir un medio feminista abierto a las voces críticas y a las propuestas de cambio es fundamental. Sobre todo si se toma en cuenta que en Guatemala quienes defienden la libertad de prensa son empresarios que violentan el libre acceso a la información porque al jerarquizar sus fuentes subrepresentan a las mujeres, a los pueblos indígenas y a portavoces no oficiales.
Para avanzar hacia relaciones democráticas, se requiere garantizar el libre acceso a la información, ello implica abrir espacios a corrientes críticas, a fuentes alternativas, como las que integran la Articulación Nacional de Mujeres Tejiendo Fuerzas para el Buen Vivir, que lanzó su campaña “Por una política de acceso a tierra para las mujeres, nosotras caminamos de la mano”.
Como sujetas políticas que se proponen realizar un observatorio de la gestión gubernamental tienen que ser tomadas en cuenta por todos los medios; en laCuerda siempre estarán.
*Periodista mexicana, residente en Guatemala y coeditora de la publicación feminista laCuerda.