“El mundo presencia hoy una gigantesca avanzada del lobby proxeneta. Nuestras alumnas día a día se ven interpeladas por estas redes, que se aprovechan de sus necesidades materiales reales o del discurso simbólico que presenta a la prostitución como “un trabajo más”.
El lobby proxeneta y regulacionista recorre las escuelas, articula, genera voluntades. Es hora de organizar nuestro campo abolicionista. Es por eso que las y los docentes aquí reunidas suscribimos la siguiente declaración:
1.La prostitución no debe ser un trabajo socialmente aceptable. El lobby regulacionista debe ser combatido en las escuelas a través de talleres, capacitaciones en servicio y jornadas para desmontar esa idea en nuestras alumnas.
2.El currículum escolar debe favorecer la comprensión de que la prostitución implica un avance en el proceso de mercantilización de la vida humana.
3.La creación de vínculos igualitarios entre alumnos debe tomar las formas de opresión patriarcal como contenido transversal medular del currículum. En este punto, entendemos que la prostitución es una práctica contraria a la lucha feminista porque no es más que una forma de consolidación de la opresión patriarcal y de la división entre las mujeres.
4.La prostitución tiene un contenido clasista que refuerza la subordinación de nuestras alumnas, centralmente de aquellas que forman parte de la clase obrera.
5.La trata de personas es inescindible de la prostitución.
Es por ello que:
6.Debemos ayudar a consolidar las luchas de nuestras estudiantes contra toda forma de opresión patriarcal. La perspectiva abolicionista debe tomar el currículum escolar para combatir transversalmente el discurso proxeneta que presenta a la prostitución como un trabajo más y a las personas en situación de prostitución como adversarias del feminismo por encontrarse en esa circunstancia.
7.Combatir por la creación de gabinetes específicos en cada una de las escuelas del país, con personal idóneo para acompañar psicológica, legal y materialmente a nuestras alumnas, combatir y denunciar a las redes prostitución, acompañar a las familias afectadas.
8.Luchar por una Ley de Educación Sexual Integral científica, laica y feminista.
Luego del debate se agrega lo siguiente:
9.Constituir un frente docente por la abolición del sistema prostituyente conformado por trabajadores de la educación junto a la comunidad educativa.
10.Proponer realizar un taller para docentes en el Encuentro Nacional de Mujeres que tome las problemáticas discutidas durante el Congreso Abolicionista.
Las y los docentes abajo firmantes se comprometen a llevar adelante esta tarea conjunta.”
Esta declaración fue firmada por 29 docentes presentes en el Taller y ojalá se pudieran conformar un Frente Docente Latinoamericano. Lo que vale la pena mencionar, es que este tipo de iniciativas podría representar una posibilidad para recomponer el tejido social y detener todas las formas de violencia contra las mujeres, incluido el feminicidio, la violencia sexual, la trata y la explotación sexual y reproductiva de las mujeres.
Las y los docentes conscientes pueden ser aliadas y aliados estratégicos en la lucha feminista contra todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Y cierto es que poco se ha discutido en nuestro país la explotación reproductiva de las mujeres. La gestación subrogada, maternidad subrogada o vientre de alquiler que es la práctica por la que una mujer gesta un hija o hijo, para otra persona o pareja, a cambio de un pago para sí o para una tercera persona que explota de esta forma a las mujeres pobres, ocasionándoles un grave daño psicológico, desnutrición y otras enfermedades.
Desde su inicio, en los años 70, como práctica comercial, la gestación subrogada suscitó fuertes controversias éticas, legales y sociales. Las distintas posiciones respecto a la subrogación se diferencian principalmente entre aquellas que la consideran como un derecho reproductivo o el ejercicio de la libertad individual y las que la consideran una forma de explotación relacionada con cuestiones de clase, etnia y raza.
Es una verdadera contradicción como lo es la explotación sexual y la concepción liberal de los Derechos Humanos, de la libertad y el consentimiento, que no toma en cuenta que la libertad personal está limitada por la libertad de las y los demás y que coloca a la libertad individual por encima del concepto de bien común.
Y es de llamar la atención, también, cómo se ha modificado el papel de las mujeres a lo largo de la historia. En los tiempos del matriarcado, las mujeres eran veneradas como diosas, justamente por su capacidad reproductiva, porque eran las que perpetuaban la especie humana.
Y fue precisamente por esta capacidad reproductiva, que el patriarcado, preocupado porque sus hijas e hijos heredaran la propiedad privada, los bienes y riquezas que empezaron a acumular, la que hizo que encerraran a las mujeres y empezaron a exigirles virginidad. De ahí se deriva el matrimonio, como una institución profundamente patriarcal. Las feministas radicales postulan que sólo hay dos formas de colonizar los cuerpos de las mujeres, una, la propiedad privada de los cuerpos de las mujeres y su sexualidad: “el matrimonio” y, por el otro, la propiedad colectiva de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres: “la prostitución”. Hoy tendríamos que agregar, también, la explotación y apropiación de la capacidad reproductiva de las mujeres pobres en un mundo regido por una economía neoliberal donde todo tiene precio, sobre todo las vidas y la sexualidad de las mujeres y las niñas.
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, (CATWLAC por sus siglas en inglés).
(Teresa C. Ulloa Ziáurriz)
Twitter: @CATWLACDIR