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03 de Mayo de 2013
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Aparentemente sólo un número. En realidad una gran tragedia para todas esas personas sin empleo.

Más de 6 millones de personas sin empleo en un país cuyos índices de corrupción y de enriquecimiento ilícitos están al orden del día, es motivo más que suficiente para que la sociedad diga alto y claro ¡¡¡BASTA YA!!!

No nos merecemos el gobierno que tenemos. No nos merecemos que nos engañen sistemáticamente en todo lo que nos cuentan. No nos merecemos un presidente que no da la cara, o una panda de ministros que con una desfachatez, pocas veces vista, nos toman el pelo cada semana, con cada Consejo de Ministros o cada vez que abren la boca.

Nos engañan cuando nos dan datos y los tergiversan a su antojo. No engañan cuando suben los impuestos al conjunto de la ciudadanía para que sólo unos pocos sigan enriqueciéndose a cualquier precio.

Nos engañan cuando privatizan servicios públicos como la sanidad para que se lucren sus amigos y la gente tenga peores servicios. Nos engañan cuando dejan la educación pública en manos de los de faldas largas y negras para que adoctrinen a nuestras hijas e hijos y a nuestra juventud.

Nos mienten cuando vacían de contenidos materias tan sensibles como la igualdad entre mujeres y hombres dando a entender por activa y por pasiva que para nada es importante, mientras se abre la brecha de desigualdades en todos los ámbitos.

Nos mienten cuando quieren hacernos creer que con la retirada de ayudas a la dependencia y la nueva recaída de los cuidados de las personas mayores, menores y dependientes sobre las espaldas de las mujeres, pretenden conciliar.

Nos miente el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando pretende hacernos creer que la reforma de la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo es para ajustarla a la Constitución, tal y como expone en su magnífico artículo mi amiga Mar Esquembre Cerdá, desmontándole con argumentos jurídicos al impresentable del ministro Gallardón.

Nos engañan y pretenden creer que no pasa nada. Y sí que pasa. Pasa que las mujeres en particular y la ciudadanía en general nos estamos enfadando. Y mucho. Pasa que se han cruzado muchas líneas rojas y eso tiene un precio.

Y mientras los de faldas largas y negras sólo abren la boca para reclamar la abolición de aquellas medidas de justicia social y democrática que les cuestionan su poder político, pese a estar en un Estado aconfesional.

Y gritan y patalean pidiendo la derogación de la Ley Orgánica antes mencionada defendiendo la vida del nonato, mientras dejan morir de enfermedad y hambre a quienes ya se lo han arrebatado todo.

Y Gallardón pretendiendo defender la vida incluso de quienes ya se sabe que van a vivirla de una manera poco digna por tener malformaciones antes de nacer. Pero al mismo tiempo tomando medidas para que a quienes teniendo ayudas por dependencia, se les retiren.

Y mientras los bancos siguen ganando dinero, mientras desahucian a personas que no pueden pagar sus hipotecas. Personas con dignidad que por una crisis que no han creado, que no hemos creado, incluso deciden perder la vida antes de perder la dignidad, su dignidad.

Y en el colmo de la indecencia política pretenden hacernos creer que el conjunto de la ciudadanía vivíamos por encima de nuestras posibilidades.

¿Qué es esto? ¿Desde cuando tener un empleo más o menos precario con salarios que ya se han encargado de ir bajando desde hace más de 10 años es vivir por encima de nuestras posibilidades? ¿Por qué no se preguntan por todo lo que se ha especulado con los recursos naturales para el enriquecimiento de unos pocos y lo denuncian?

Pretenden, con su cansino discurso de las medidas impuestas por Bruselas, hacernos creer que somos culpables de la situación y no es cierto. Hay muchas formas de hacer política y las medidas que se están tomando vemos que no aportan soluciones, por tanto es el momento de que se vayan. Sí, que les echemos antes de que consigan arruinarnos del todo.

Gobernar significa tomar decisiones para mejorar, nunca para empeorar y los dos grandes partidos que han gobernado esta crisis han estado tomando medidas que están lejos de mejorar la situación de la ciudadanía.

Y se veía venir cuando el PSOE y el PP pactaron con tanta rapidez la reforma de la Constitución de hace un par de años. No era normal que, después de tantas diferencias, de pronto surgiera la convergencia en un tema tan sensible y que debería haber sido consultado en referéndum. Se antepusieron los intereses del capital frente a los intereses del conjunto de la ciudadanía. Y nunca dieron la cara. Y así nos va.

Estoy, y creo que estamos, con un gran enfado por lo que está ocurriendo y cómo se está gestionando. Muy cabreada con la pérdida de derecho a la que nos han abocado esta panda de malos gobernantes.

Muy asqueada de ver cómo los talentos y las fuerzas de más de 6 millones 200 mil 700 personas se están desaprovechando y encima les echan la culpa de los males del desgobierno de esta gentuza.

Muy enfadada por observar cómo el futuro de las y los jóvenes es oscuro como la noche y se sienten perdidos ante la falta de expectativas y de cómo la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en el colmo de la desfachatez, habla de la emigración de nuestros jóvenes talentos en el sentido en el que lo hace.

Estoy harta de escucharles mentir sobre nuestro sistema de pensiones diciendo una cosa y al día siguiente la contraria mientras marean y asustan a nuestros pensionistas que se han ganado su derecho a una pensión digna por toda una vida de trabajo.

Harta de escuchar cómo criminalizan a toda la sociedad de sus errores y de ver cómo nos castigan con sus decisiones.

Es hora de pedir responsabilidades y pedirles que se vayan ya. Y como se han vuelto sordos a los clamores de la calle, vamos a reforzar esos clamores con una iniciativa que pretende recoger 6 millones 200 mil 700 firmas pidiendo que se vayan. La podréis encontrar en este enlace de change.org.

Yo ya firmé, aparte de participar en otras actividades porque quiero que sepan que estoy enfadada y que, aunque nunca voté ni creí a nadie de los dos grandes partidos, ahora EXIJO que, los que están se vayan y los que aspiran también se lo hagan mirar a fondo y, de ese modo, dejen paso a otra forma de resolver los problemas de la ciudadanía que pasen por la recuperación de los valores y de la dignidad de las personas y sobre todo que nos dejen decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos. ¿Lo entiende señor Gallardón?

Espero que lo entienda y se vaya con sus ideas retrógradas y caducas a otro planeta, que seguro que los de faldas largas y negras le habrán preparado para su descanso. Pero a las mujeres déjenos decidir en paz sobre nuestras maternidades y nuestros cuerpos.

¡Ah!! Y de paso llévese con usted a toda la panda de ineptos que comparten gobierno con usted y, también ya que está, se lleva también al diputado Toni Cantó. Las mujeres se lo agradeceremos especialmente.

¡¡¡¡¡Váyanse ya, por mentirosos!!!!!