La esperanza no me la puede arrebatar nadie: Pedro Ultreras

20 de Junio de 2013
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Cada vez que se conmemora un año más de la tragedia de la Guardería ABC, las acciones están marcadas por algún acontecimiento que lo distingue, por algún sino. Sin duda este año se va a recordar por el estreno del documental “ABC nunca más”.

Al ser el primer trabajo cinematográfico que documenta las historias de madres y padres afectados por la tragedia en la ABC, ha causado un grato recibimiento pues son los propios afectados quienes narran los hechos y sus consecuencias en la salud, en sus relaciones psicoafectivas, y en la imposibilidad de vivir un duelo normal, pues el suyo se ha prolongado en ansias de la justicia que no llega.

La lucha por la sobrevivencia, las caídas, las levantadas, los recovecos de la impunidad quedan descubiertos en una forma sensible y humana, bajo la dirección de Pedro Ultreras.

Periodista y cineasta que se comprometió con las causas de la clase más desprotegida, o en situación de vulnerabilidad, para la realización de este largometraje hizo sinergia con las y los jóvenes de la empresa de comunicación Sociedad Activa, dedicada a producir servicios y productos comunicativos relacionados con causas sociales.

El sinuoso camino que siguen las y los migrantes quedó retratado en su documental “La Bestia” y en la película “Siete soles”. De su trabajo, hay una característica digna de resaltar: su marca es ponerse en los zapatos y ver a través de los ojos de las personas, particularmente de las mujeres involucradas.

Por primera vez, en “La Bestia” quedó documentado que las mujeres también emigran a Estados Unidos, no como acompañantes, sino como protagonistas principales, a costa incluso de perder calidad de vida, y hasta una parte de su cuerpo por los accidentes que con frecuencia sufren en la travesía.

Otra característica es que a Ultreras le gusta terminar con un dejo de esperanza. Visibiliza también a las mujeres fuertes que se montaron en el techo del tren, dos, tres, y las veces que fueran necesarias hasta lograr su objetivo de cruzar la frontera.

El caso ABC fue un evidente golpe a las mujeres de la clase trabajadora. Las violaciones a los Derechos Humanos alcanzan a muchas otras personas que gravitan alrededor de las y los niños fallecidos y afectados. Las principales, después de ellos: las madres.

Es por eso que Pedro Ultreras buscó meticulosamente quiénes de ellas mostrarían la dimensión del agravio, de acuerdo al tamaño de lo que se perdió. Desde 2010, un año después de la tragedia en la ABC, el director de cine se trasladó a Hermosillo para realizar la investigación que le permitiera estimar y decidir cuáles de las tantas historias, dolorosas todas, habrían de representar a las demás.

Ultreras logró lo que se propuso: un producto exacto para la población que más allá de los linderos de Hermosillo tenía noticia o sabía que un día, hace algunos años, una ciudad se convirtió en el epicentro de la fatalidad, cuyas revelaciones atravesaron todo el sistema político mexicano.

Sin recurrir al chantaje emocional, ni mostrar cuerpos lastimados, su reto era contar la historia y además salirse con la suya de reafirmar que siempre hay una esperanza por venir. Su profesionalismo lo hizo esperar el tiempo necesario para que los nacimientos que se muestran en el documental se hicieran presentes a pesar de las adversidades.

No obstante, esto no compite con la exigencia de justicia. No es ni por un momento la justificación para sentir que la bienvenida a los nuevos seres sirva para perdonar u olvidar que los corruptos hayan arrancado otras impunemente.

Al contrario, el documental “ABC nunca más” ha recrudecido el grito de justicia de madres y padres que perdieron a sus hijas e hijos el 5 de junio de 2009 en esa guardería de Hermosillo, Sonora. Sin él, tal vez el cuarto aniversario de la tragedia hubiera sido recordado de otra forma, como un día de luto y lucha, pero sin tanta resonancia nacional e internacional.

La coordinación entre la “Marcha solemne de los 49”, realizada en la Ciudad de México, rematando con la proyección en el Zócalo capitalino del documental “ABC nunca más”, no podía haber sido más oportuna.

Mientras en Hermosillo 20 mil personas coreaban “¡No están solos! ¡no están solos!”, cuando madres y padres del Movimiento 5 de Junio emitían su comunicado, otras 15 mil, sentadas en la Plaza de la Constitución, se enteraban de por qué esos padres no deben estar solos, y nunca lo estarán.

Cuando a Pedro Ultreras le preguntaron si consideraba que habría justicia con el nuevo gobierno de México por el caso ABC,simplemente contestó que él tenía la ilusión de que sí la hubiera, pues la esperanza no se la podía arrebatar nadie.

“Me iré más feliz si despierto la conciencia, que si me voy con un galardón”, afirmó también cuando presentó el documental en la ciudad del incendio.

Sin pretensiones hollywoodenses, el realizador echó mano del talento local, por lo que jóvenes sonorenses le están agradecidos por la oportunidad de participar en lo que ellos consideran una aportación para la obtención de justicia para los deudos, a través de este instrumento de difusión de la más grande atrocidad cometida contra la niñez mexicana.

“ABC nunca más” es una película que nadie debe dejar de ver. Es el primero, de los seguramente muchos trabajos en cine que se harán sobre el tema, y que como ciudadanía debemos conocer para profundizar en cómo es que madres y padres trabajadores requieren indiscutiblemente un lugar adecuado para la atención, cuidado y desarrollo de sus hijas e hijos.

El trabajo cinematográfico nos acerca a una necesaria auto evaluación sobre cuánto sabemos, y sobre todo cuánto poder de decisión tenemos sobre el lugar y las personas que cuidan a cada una de nuestras niñas y niños. “ABC nunca más” nos pone frente al espejo, reflejándonos la responsabilidad que tenemos sobre la niñez en general, y sobre nuestras hijas e hijos en particular.

Pero también es nuestra conciencia cívica que se deja ver en las acciones a las que nos hemos incorporado después del 5 de junio de 2009, para evitar que algo así vuelva a suceder. La vigilancia y el marcaje que debemos ejercer sobre las autoridades responsables de las políticas públicas, y sobre las judiciales para lograr, como si en ello se nos fuera la vida, justicia por el caso ABC.

*Periodista sonorense, editora del sitio mujersonora.com, corresponsal de Cimacnoticias en Sonora, e integrante de la Red Nacional de Periodistas con Visión de Género.

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