Miles de mujeres habremos de parar actividades este 8 de marzo ante el llamado a un Paro Mundial de Mujeres.
Al igual que el 24A o el 25N, este 8 de marzo 8M, el mundo se cimbrará con el reclamo de las mujeres que hará huelga o paro, de acuerdo a la región.
Las demandas y denuncias serán también enfocadas en relación a los tipos de discriminación y violencia que cada grupo de mujeres esté sintiendo que le afecta con mayor magnitud.
En Sonora la violencia feminicida no da tregua. El 2017 se ha presentado como un año violento en general, pero especialmente para las mujeres, pues en dos meses se presentaron once eventos en donde la vida de las mujeres quedó comprometida.
Siete de los casos terminaron con la existencia de las mujeres, y cuatro más quedaron heridas de muerte, sin que tengamos información de si lograron sobrevivir o están muertas.
A diferencia del año pasado, que documentamos dos casos, febrero de 2017 se ensañó contra las mujeres, pues cinco murieron víctimas de feminicidio, pero otras cuatro se vieron de pronto en una lucha por conservar la vida, a pesar de las heridas.
Los lugaresen los que se produjeron las muertes son el municipio de Cajeme con tres casos, Poblado Miguel Alemán con un caso, y Nogales con otro caso más.
El arma de fuego estuvo presente en cuatro de ellos y un feminicida utilizó el cuchillo para asesinar a su pareja.
Las armas cada vez de más alto poder, son las protagonistas este año. En 2016 documentábamos que el uso de las armas de fuego se presentaba en más de la mitad de los casos.
Pero este año también en el feminicidio en grado de tentativa, éstas fueron el vehículo para intentar el asesinato.
De cuatro casos ocurridos en los municipios de Navojoa, Empalme, Cajeme y Guaymas, en tres de ellos estuvo involucrada un arma de fuego.
Eso significa que solo durante febrero tuvimos nueve casos de violencia feminicida, en los que 5 mujeres perdieron la vida y 4 estuvieron a punto de ello.
En total, siete de los eventos estuvieron caracterizados por el disparo directo del arma de fuego en contra de las mujeres.
Esto difiere de los eventos del pasado en donde las pistolas, metralletas y otros instrumentos antes de uso exclusivo de las fuerzas armadas, estaban presentes en regiones de combate al crimen organizado.
Las mujeres y niñas eran víctimas indirectas al quedar en el fuego cruzado, más eso no ocurría en el estado de Sonora.
Por su parte, el mes de enero de 2017 tuvo la misma incidencia que el año pasado con dos casos, una asesinada por golpes y otra por arma de fuego.
Ambas en el municipio de Cajeme ubicado al sur del Estado, y para el cual organizaciones de la sociedad civil solicitaron la Alerta de Violencia de Género (AVG) el mayo de 2015.
Por ello es que en Sonora se escogió el Alto al feminicidio como consigna del paro-concentración-marcha del 8 de marzo.
Hay un desconcierto por una política estatal no clara para atender los casos de desapariciones de mujeres, no obstante que puntualmente se cumplió la recomendación sobre AVG de implementar un protocolo para búsqueda de mujeres desaparecidas.
Las 768 mujeres que se registraron como desaparecidas en Sonora de enero de 2014 a agosto de 2015 por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), ponen a la entidad en el tercer lugar nacional después de Jalisco y Veracruz.
Y si bien hay un esfuerzo y compromiso por mejorar las técnicas de investigación del delito de feminicidio con perspectiva de género, los casos en aumento nos siguen indicando que algo falta.
No solo se siguen presentando, sino que están modificando su estructura, pues el incremento en el uso directo del arma de fuego contra las mujeres habla de un descontrol en la capacidad de técnicas de inteligencia para estimar la magnitud de la población armada en nuestra entidad.
La Seguridad Pública no ha hecho lo propio para cumplir la dimensión de prevención, ordenada por la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres del Estado de Sonora.
Es como si los esfuerzos caminaran por detrás de la realidad, cuando ésta ya nos ha rebasado, pues otro fenómeno que se ha presentado son los suicidios dudosos.
El caso de Linda Jocellyne en Guaymas, que se determinó como suicidio, mantiene en la mira los métodos judiciales, pues su familia no ha quedado conforme con esa resolución, por las irregularidades presentadas durante las investigaciones.
Es un caso pendiente para la sociedad guaymense que se manifestó en el Ministerio Público en apoyo a la familia que dolida imploraba una investigación profunda de los hechos, en donde estuvo involucrada la pareja de la chica, y a quien se le creyó sin más,la versión del ahorcamiento de su pareja.
Por las víctimas de feminicidio, que como aquellas mujeres de la fábrica textil en Nueva York el 8 de marzo de 1911 murieron quemadas por la discriminación laboral, hemos de parar.
Para visibilizar todas las formas de violencia que sufren las mujeres del Estado que según la ENDIREH 2011 ocupa el primer lugar en violencia en el noviazgo, pararemos y marcharemos este 8 de marzo. Explanada del museo y biblioteca de la Universidad de Sonora, Hermosillo, Sonora.