En la primera quincena de enero de 2022 la inflación general anual se ubicó en 7.07 por ciento; comparada con el mismo mes de 2021, ésta fue mucho mayor ( 3.54 por ciento), significa una escalada importante en un tema esencial para las mujeres, y claro en general, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El aumento en los precios se come al salario pero con efectos desiguales, a mayor salario menor efecto y viceversa. Por eso la inflación impacta con mayor intensidad a las mujeres, ellas son las que tienen los salarios más bajos. Quienes reciben ingresos de un Salario Mínimo (SM) 19.7 son hombres y 30.8 por ciento mujeres; hasta cinco SM es a la inversa, 4.90 son mujeres versus 6.94 por ciento hombres, muy pocas tienen ese nivel de ingreso. (Enoe-Inegi, diciembre 2021).
Dicho de otra manera, la inflación se recrudece en los niveles de ingreso más bajos y ahí están las mujeres.
En el nivel de un SM ($5,190.00) mensuales y hasta 3 SM el encarecimiento ha sido de 16.1. por ciento; en cambio para las personas que perciben ingresos de 31 mil 120 pesos resienten una inflación menor, de 14.3 por ciento.
¡Adiós salario!
Al aumentar el precio de la canasta básica disminuye el consumo en los niveles de ingreso más bajos, lo que se expresa en crecimiento de la pobreza laboral. Según datos del “Grupo Consultor de Mercancías Agrícolas”, Monterrey es la ciudad donde se registra un incremento mayor en los precios promedio de la canasta básica, con 12.4. por ciento (véase gráfica).
En el análisis por productos, después del aumento en el precio del limón (200 por ciento) están la cebolla y el aguacate con 97.7 y 84 por ciento, respectivamente. El limón es de consumo generalizado en los hogares, por tanto el precio tan alto tiene efectos amplios igual que el aumento de precio en las tortillas, debido al crecimiento del 35 por ciento en el precio internacional del maíz.
En 2021 los aceites comestibles registraron un precio 37.5 por ciento superior, otro elemento que afecta la canasta básica.
Adicionalmente la inflación impacta en el precio del dinero, aumentan las tasas de interés para hacer competitiva la inversión financiera, se prevé que en esta semana Banxico aumente la tasa de referencia al 6.0 por ciento. Esto genera problemas en empleo, salarios, y acceso a créditos.
El escenario es complejo con un mercado laboral caracterizado por su alto nivel de informalidad, subcontratación y en general muy precario. Las mujeres están en la cresta de esta ola: 39.5 por ciento no cuentan con contrato escrito, más de la mitad (58.9 por ciento) tiene contrato de trabajo temporal, sin estabilidad laboral y económica de acuerdo con los datos al tercer trimestre de 2021, de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.
Es evidente que hay un bajo nivel de actividad económica por el efecto adverso de la pandemia. Según los resultados de la encuesta Banxico de enero de 2022 sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, el crecimiento del PIB en este año será 2.27, para 2023 sera menor con 2.21 por ciento. Estas cifras corresponden al mes de enero y son inferiores a la estimacion hecha en diciembre de 2021.
Uno de los efectos que provoca esta situación es la reducción del PIB per cápita, en 2019 era de 110.49 y para 2021 bajó a 103.79.
No se han recuperado los niveles que se tenían antes de la pandemia, y de ninguna manera puede afirmarse que eran buenos, todo lo contrario, las mujeres vienen arrastrando una fuerte problemática de pobreza y desigualdad, acompañada de mucha violencia que demanda atención, con prioridades en políticas públicas.