Hermosillo, Son. La exposición del noroeste en el Museo regional de Sonora, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ha sido adaptada con las diez preguntas estándar, que tienen todos los museos Violeta.
El proyecto de museos Violeta surge como parte del Observatorio Raquel Padilla Ramos, en honor a la Historiadora y Antropóloga sonorense, que hoy 7 de octubre cumple once meses de que fue privada de la vida por su pareja sentimental.
Aprovechando la “Exposición temporal del noroeste, veinte años de etnografía del INAH”, las preguntas de las integrantes del Observatorio Raquel Padilla Ramos, que son iguales para todos los museos, se adaptaron para hacerlas interesantes para niñas y niños.
El 8 de marzo pasado, un poco antes de declararse la pandemia y el confinamiento en México, las integrantes de Mujerinah iniciaron la actividad de divulgación y educación en el museo, adaptando las diez preguntas que son las estándar en todos los museos violeta.
Regional de Sonora y del Centro INAH Sonora, quienes promueven el establecimiento de la equidad en los textos, en la parte educativa de los museos, y se aseguran de que todas las representaciones tanto escritas como en imágenes guarden un equilibrio entre los géneros.
Entre ellas se encuentran comunicólogas, empleadas administrativas, arqueólogas, historiadoras, arquitectas, y entre todas formaron el colectivo, luego de la pérdida de su compañera Raquel Padilla.
Lo mismo sucederá con todas las exposiciones temporales del Museo, informó Ana Marcela Villalpando, practicante incluida en el programa Jóvenes construyendo el futuro en el área de difusión y comunicación.
En el recorrido de la exposición podemos apreciar tarjetas informativas sobre el contenido y las representaciones que se exhiben.
Adicional, encontramos frases clave, ocultas con un mecanismo que solo con el material del que están hechas las gafas violeta, proporcionadas al inicio, se pueden descifrar.
La iniciativa surgió del Observatorio Raquel Padilla Ramos, nombrado así en honor y memoria de la profesora e investigadora del INAH.
Las preguntas pasan primer por un filtro conformado por las Arqueólogas de Mujerinah, las cuales fueron llevadas primero como prueba piloto a una escuela en el poblado Miguel Alemán.
Los temas son de cuestiones básicas como los juguetes, ¿qué pasaría si hubieras nacido del otro sexo’, ¿qué tanto cambiaría tu vida?, son ejemplos.
En las salas donde hay vestimenta, se incluye la reflexión de si la ropa que se trae puesta puede ser utilizada por el otro género, por qué sí, por qué no.
Otra pregunta para reflexión de niñas y niños acompañados por sus padres, es si el hecho de que las mujeres utilicemos falda, somos las únicas que podríamos usarla.
No se incluyen las respuestas, sino que se ofrecen cuestionamientos, para que las familias lo analicen y realicen una reflexión educativa.
Técnicamente las preguntas solo se pueden ver usando las gafas que se proporcionan al principio del recorrido, sin las cuales es imposible advertir esos textos.
Las preguntas secretas requieren del filtro rojo de las gafas, lo cual es muy llamativo y divertido para las y los pequeños, y para las personas adultas.
Las diez preguntas son genéricas, pero están enfocadas a un público adulto, por lo que se adaptan para que también esa población pueda participar con su opinión.
Por ejemplo, si están en la exhibición de los Comcáac la pregunta puede referirse a los juguetes, pues se incluyen varias figuras de palo fierro y en piedra que no son juguetes como tal, pero sí figuras rituales.
O en la sala de los Guarijíos, donde se aprecian objetos con tejido de palma, la pregunta puede ser sobre actividades domésticas cotidianas: ¿tú qué haces en tu casa?, ¿qué hace tu papá?, ¿qué hace tu mamá? ¿Cómo puedes repartir las tareas en la forma más equitativa?
Las dinámicas no serán estáticas, sino que se estarán revisando para irlas modificando y que en próximas exposiciones temporales las y los visitantes puedan apreciar otras sugerencias de reflexión sobre la condición de género.
La idea era calendarizar tanto las exposiciones como las dinámicas, sin embargo, el distanciamiento social y el cierre total de los recintos culturales por varios meses debido a la pandemia de COVID-19 ha hecho que reformulen sus planes.
Al finalizar el recorrido se pregunta a los asistentes qué les pareció, cómo se sintieron, y se pide que, si así lo desean, respondan por escrito y sus comentarios los coloquen en la “esquina violeta”.
Ahí se encontrarán con un tendedero en donde pueden colocar sus respuestas, inquietudes y comentarios, y si lo comparten en redes sociales, se les pide que incluyan el hashtag #MuseosVioleta. Esto sirve al observatorio para analizar los datos y sistematizar sus propuestas de proyectos.
O en la sala de los Guarijíos, donde se aprecian objetos con tejido de palma, la pregunta puede ser sobre actividades domésticas cotidianas: ¿tú qué haces en tu casa?, ¿qué hace tu papá?, ¿qué hace tu mamá? ¿Cómo puedes repartir las tareas en la forma más equitativa?
Las dinámicas no serán estáticas, sino que se estarán revisando para irlas modificando y que en próximas exposiciones temporales las y los visitantes puedan apreciar otras sugerencias de reflexión sobre la condición de género.
La idea era calendarizar tanto las exposiciones como las dinámicas, sin embargo, el distanciamiento social y el cierre total de los recintos culturales por varios meses debido a la pandemia de COVID-19 ha hecho que reformulen sus planes.
Al finalizar el recorrido se pregunta a los asistentes qué les pareció, cómo se sintieron, y se pide que, si así lo desean, respondan por escrito y sus comentarios los coloquen en la “esquina violeta”.
Ahí se encontrarán con un tendedero en donde pueden colocar sus respuestas, inquietudes y comentarios, y si lo comparten en redes sociales, se les pide que incluyan el hashtag #MuseosVioleta. Esto sirve al observatorio para analizar los datos y sistematizar sus propuestas de proyectos.
Once meses sin Raquel Padilla, Observatorios violeta surgen en su honor
08
de Octubre
de
2020
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