Gasto en la vejez no disminuye, sólo cambian las formas de consumo

18 de Julio de 2019
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México, 18 Jul (Notimex).- El gasto de los adultos mayores no disminuye en el tiempo, sino que cambian las formas de consumir, porque quienes entran a la jubilación reducen los gastos en ropa, viajes o entretenimiento, pero destinan más dinero en vivienda y atención médica.

La investigación, denominada “La Economía de un mundo encanecido", estimó que el número de personas mayores a 65 años se podría duplicar a 15 por ciento de la población mundial entre 2015 y 2045, proporción que será mayor en Japón, Europa y Estados Unidos.

El informe de Vanguard refirió que, contrario a las suposiciones populares, las personas mayores trabajarán por más tiempo, a medida que las edades de elegibilidad en los programas de jubilación públicos se incrementan a nivel mundial.

Además, el envejecimiento creciente de la población no necesariamente conduce a menores rendimientos de inversión, y las personas mayores no consumen menos que las poblaciones más jóvenes, simplemente consumen de forma distinta.



“El último punto en particular muestra cómo las presunciones acerca de la demografía pueden ser erróneas. Parece razonable asumir que es probable que las personas reduzcan su gasto más tarde en sus vidas, especialmente cuando ya no perciben un sueldo”.




Sin embargo, añade la investigación, los patrones de consumo anteriores de las personas mayores tanto en el mundo desarrollado y en desarrollo, desafían la narrativa común de un descenso abrupto en la demanda de bienes y servicios.

Datos de las Naciones Unidas de 40 países muestran niveles estables de consumo como un porcentaje de ingresos que comienza en la juventud. La información más detallada disponible para los Estados Unidos mostró que las personas mayores gastan de forma distinta, no necesariamente menos.

Tan sólo que las personas mayores comienzan a gastar más en otras cosas, donde la atención médica se convierte en un gasto mayor conforme las personas envejecen.

Los gastos en vivienda también se incrementan, especialmente para las personas de edad muy avanzada, quienes más a menudo viven en casas de retiro o en centros de asistencia para estancia prolongada.

En tanto, entre la población joven, los mayores gastos son en vivienda, ropa, entretenimiento, transporte y comida, mientras que en un porcentaje mucho menor en atención médica y educación.