De igual forma, dijo que se analizará y estudiará el desempeño del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, así como los anteriores gobernadores, senadores, diputados federales, presidentes municipales, candidatos y militantes, para realizar una agenda de trabajo.
Indicó que todos estos cambios refuerza al priísmo, aún cuando ya han empezado con actividades de tipo social, por lo que próximamente se anunciará un beneficio colectivo.
“De manera estatutaria, se tomó protesta a la nueva dirigente nacional, Claudia Ruiz Massieu, y esto marca un lineamiento a nivel estatal y municipal, esto en términos de reorganización interna a través de sus órganos, como es el consejo político, la estructura territorial, las corrientes y los grupos que confluyen al interior del partido”.
Además, especificó que el PRI debe de retomar muchas cosas, haciendo un autoanálisis tanto del interior como exterior, a través de sus gobernantes, en los diferentes ámbitos de competencia, después del 1 de diciembre.
Hernández Ramírez expresó que Peña Nieto realizó un trabajo completamente constitucional, al reconocer que se dejaron pendientes, ya que no se tuvo una conectividad entre su gobierno y las diferentes esferas de competencia u organismos políticos.
“Le falló una interlocución para los efectos de poder salir cada quien en su ámbito de competencia, el presidente de la República hizo solamente un trabajo constitucional, pero con pendientes, como priísta diría que faltó una conectividad entre su gobierno y las diferentes esferas de competencia”.
Agregó que el PRI será más pragmático con sus principios de democracia interna, de compromiso social con los grupos y sectores vulnerables, siendo fríos y realistas, para poder emerger de manera clara con la ciudadanía.