Dijo que este tipo de mecanismos se podrían implementar con los dos Institutos Tecnológicos asentados en el Estado, lo que permitiría que los jóvenes puedan realizar un servicio social que realmente contribuya a su desarrollo.
Reconoció que con las modificaciones efectuadas en materia educativa, el servicio social ya no es obligatorio para los universitarios, sin embargo, cada plantel tiene la facultad de poder imponerlo como parte de su reglamento.
“El servicio social ya no es obligatorio, pero si podemos establecerlo como una política interna dentro del reglamento de control escolar de cada institución, eso sí está permitido y si el servicio social se hiciera así, podríamos decir que tendría un impacto social”, aseveró.
El delegado aseguró que esta estrategia ya había sido planeada con anterioridad con diversas instituciones, por lo que considero viable buscar el acercamiento con otras universidades, ya que uno de los objetivos primordiales de la dependencia es combatir el rezago educativo.
Para ello, puntualizó el acercamiento que se mantiene con el INEA para abatir el analfabetismo y el rezago en primaria y secundaria, además de que diferentes planteles de bachilleratos tecnológicos han implementado mecanismos para que la ciudadanía concluya el nivel medio superior.