José Luis Aquino Mondragón, especialista en traumatología fue enfático al expresar que el Hospital General trabaja solamente con el 50% de la plantilla, para poder prestar un servicio eficiente a la ciudadanía.
Y culpó al ahora ex secretario de Salud, Mario César García Feregrino, de obstaculizar la contratación de más personal para el sector salud en el estado, al tiempo de recordar a Nava Alvarado, que la falta de personal en el Hospital también es una violación a sus derechos humanos, que los obliga a superar las jornadas de trabajo.
“Este hospital funciona con la mitad de la plantilla que debería de tener porque su amigo que fue secretario de salud que entiendo que fue Mario César García Feregrino, no dotó a este hospital de la plantilla completa de médicos como lo establece la norma”, refirió.
El médico sustentó que al multiplicarse la carga de trabajo para el personal se incrementa el número de posibles errores, es decir que mientras más pacientes atiendan, se complica la elaboración de expedientes, y por consecuencia se incrementan los errores que luego pueden ser calificados como negligencia médica.
También argumentó que dicha situación atenta contra los derechos humanos de las personas que laboran dentro de una institución pública, como es en este caso el Hospital General de San Juan del Río.
“Trabajamos en condiciones ‘paupérrimas’, si usted se da en este instante una vuelta por urgencias se encontrará pacientes en una silla que habilitamos con una buena intención, que tiene un ganchito para colgarle el suero y el paciente está sentado padeciendo su enfermedad y que seguramente estaría y sería inhumano si nosotros lo tuviéramos sentado con un dolor abdominal o con un infarto y lo tenemos ahí sentado en la sala de urgencia, eso es inhumano, eso violenta los derechos humanos”.
Ante ambos casos el doctor Aquino Mondragón solicitó al ponente Miguel Nava Alvarado, que se revisara la norma oficial de la elaboración de un expediente clínico, para constatar que en ningún lugar se señala los tiempos en que el médico debe de realizar ese tipo de notas, ya que estos escritos son los documentos que se vuelven evidencia ante cualquier situación de queja o denuncia ante derechos humanos.
“Si usted se pone a hacer la métrica de lo que nosotros nos tardamos haciendo una histórica clínica como nos lo marca la norma oficial, sabrá que necesitamos una hora y media para hacer una historia clínica, entonces nuestro trabajo tendría que ver a cuatro o cinco pacientes máximo en un turno y no a 20 pacientes, más todas las urgencias, mas todo lo que venga”, explicó.
Finalmente el Ombudsman destacó que este tipo de situaciones exponen una problemática que de ser posible con la colaboración de los mismos trabajadores pueda denunciarse ante la defensoría de los derechos humanos, pues el que sean funcionarios no los excluye de vivir la violación de sus derechos por parte de la institución donde laboran.
