Feminismo: La conflagración al sistema patriarcal de dominación

02 de Diciembre de 2015
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Feminismo.
Feminismo.
El feminismo, por definición, reclama la igualdad en base a una irracionalización del poder patriarcal y una deslegitimación de la división sexual de los roles. Se ha desvirtuado al grado de confundirse y catalogarse como un movimiento anti-hombres, que busca el beneficio y superioridad ante este, cuando su estructura ideológica básica promueve los valores opuestos.

En palabras de la feminista Celia Amorós: "Entendemos por feminismo, de acuerdo con una tradición de tres siglos, un tipo de pensamiento antropológico, moral y político que tiene como su referente la idea racionalista e ilustrada de igualdad entre los sexos”.

El feminismo a pasado por diferentes fases a través de la historia, actualmente se ha retomado con más intensidad a nivel mundial. Aparenta que la integración social, laboral, política y psicológica, es un hecho resuelto para las mujeres en igualdad al hombre, y que las antiguas demandas fundamentales de las feministas son pertenecientes al pasado, sin embargo, si nos detenemos a analizar la realidad actual nos damos cuenta de que, están mas en auge que nunca; discriminación sexual en numerosos ámbitos de la vida cotidiana (desigualdad salarial, acoso sexual, publicidad sexista, discriminación laboral).

Esto termina impartiendo justicia con muchas referencias patriarcales y, por ende, somos aprisionados por estereotipos de género. Tan deplorablemente celebres hoy en día en nuestras sociedad con casos tan mohínos y reaccionarios como la mal enfrentada y nombrada “violencia de genero” que, tras una capa de bonitas palabras y falsas noticias, parece esconder la verdad léxica de lo que realmente es violencia sexista, machista y patriarcal, que trae consigo, consecuencias extremas como feminicidios que, estadísticamente incrementan día a día en nuestro país.

Muestra de ello son las referencias oficiales que aseguran que durante el sexenio pasado se registraron 6,138 feminicidios en 16 estados de la república y 4,112 desapariciones forzadas de mujeres tan solo en los últimos dos años. Podemos adjuntar, cuestiones conocidas como el hecho de que el neoliberalismo y la globalización han concebido nuevas configuraciones de dominio y discriminación de género; el nivel inédito al que ha llegado la sistematización de las mujeres como consumo masculino y la explotación de su imagen como objeto sexual por la mercadotecnia y por los medios intensivos de comunicación.

Es increíble e indignante que en el siglo presente, se deba continuar con la lucha por la universalización de los derechos humanos ante el sistema patriarcal de sumisión; así como combatir la misandria y misoginia imperante, que afecta la integridad física y psicológica de ambos sexos, además de cosas tan primordiales como las oportunidades en ámbitos sociales, por lo que es incuestionable que la batalla por la justicia social y por la liberación del ser humano sobre la cultura patriarcal van de la mano, que no pueden ser una sin la otra; la auténtica liberación de los sexos tiene que enlazarse en un movimiento colosal democrático que indague la emancipación humana de la justicia, la ineptitud, el egoísmo, la codicia y el abuso del poder, para que de esta manera seamos libres de vivir una vida sin discriminación y violencia, con el derecho inalienable de controlar y decidir sobre nuestro propio cuerpo y vida reproductiva.

Llegados a este punto, debemos defender de forma revolucionaria el feminismo por principio, pero también como progreso en la lucha antagónica a todo tipo de opresión adversaria y como un método de reorganizar la estructura de los valores humanistas. Nunca será tarde para oponernos y competir desde nuestras barricadas o colectivamente a la gran injusticia sistemática presentada ante nosotros como cultura patriarcal.

Porque el feminismo no es sólo un movimiento social, posee ética, es epistemología, es filosofía, es una proposición política, y es metodología, además de ser activismo y actividad cotidiana.
El feminismo es revolución, es progresión, y cambio.

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