El segundo dirigente más importante del Frente Alternativo Revolucionario del Común (FARC), después de Rodrigo Londoño, decidió dejar la capital colombiana y se radicó en la zona rural de Miravalle, San Vicente del Caguán, en el selvático departamento del Meta, en el sur de Colombia.
“Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador y que me vayan a decir que soy un narcotraficante, yo no estoy para esas cosas, necesitamos respeto, prefiero dejar esa joda allá”, aseguró Márquez en entrevista con el noticiero de televisión CM&, desde su nuevo sitio de residencia.
Dijo que su decisión no cambiará hasta que haya las garantías y se supere la crisis que está atravesando en este momento el proceso de implementación del acuerdo de paz. “Esto equivale a decir que el proceso de paz en Colombia fracasó”, advirtió Márquez.
Santrich se encuentra en huelga de hambre en una prisión en la capital colombiana y ha reiterado en varios de sus mensajes que prefiere morir antes de ir a tribunales en Estados Unidos que lo solicitaron para juzgarlo por tráfico de drogas.
“No sé a quién se le ocurre que Santrich está involucrado en narcotráfico, nadie ha dicho en dónde están las supuestas 10 toneladas y que tenía una flota de aviones. Eso se le ocurre a una mente enferma”, sostuvo Márquez en su defensa de Santrich, quien también tiene una curul en el Congreso de Colombia.
“Realmente hay muchas cosas que deben cambiar, nosotros queremos hacer política para hacer los cambios. Lo hicimos cuando tuvimos las armas, tal vez ahora valemos huevo porque no las tenemos, pero nuestro sueño fue dejarlas para participar en política”, señaló.
Márquez hizo un llamado al presidente Juan Manuel Santos, enderezar el rumbo del proceso de implementación porque hay una evidente crisis que podría acabar con la paz.