El alguacil del condado de Alachua, Sadie Darnell, había pedido a Scott que declarara la emergencia mientras la universidad, la más grande del estado, se prepara para la visita de Spencer.
La orden ejecutiva del gobernador responsabiliza a la agencia estatal, generalmente responsable de los huracanes, del esfuerzo por preservar el orden durante el evento y pone a la Guardia Nacional de Florida en estado de alerta.
Grupos antifascistas, conocidos como Antifa, planean protestar contra el evento nacionalista blanco, y ambas partes han hablado en las redes sociales sobre el uso de la violencia.
"Me parece que la amenaza de una posible emergencia es inminente y declaro por la presente un estado de emergencia en el condado de Alachua", escribió Scott en una orden ejecutiva que firmó este lunes.
La orden del gobernador otorga a todas las agencias estatales el poder de suspender las reglas y regulaciones, incluso para compras, viajes y acciones del personal.
Scott dijo que "vivimos en un país donde todos tienen derecho a expresar su opinión. Sin embargo, tenemos tolerancia cero para la violencia y la seguridad pública es siempre nuestra prioridad número uno”.
Spencer defendió su derecho a pronunciar un discurso e indicó que la declaración de emergencia era una exageración “fuera de los límites” y una maniobra que debería reservarse para un huracán o una invasión.
La UF trató de impedir sin éxito la presencia de Spencer, quien ha popularizado el término "alt-right" para describir un movimiento marginal que es una mezcla de nacionalismo blanco, supremacía blanca, creencias anti-semitas y anti-inmigración. Spencer ha abogado por un Estado seguro para los blancos.
Tras la elección de Donald Trump como presidente, Spencer organizó una conferencia en Washington que terminó con la audiencia imitando el saludo nazi a Hitler. En abril una decisión de un juez federal permitió hablar en la Universidad de Auburn, luego de que esta institución le negó el permiso.
A principios de agosto pasado en Charlottesville, Virginia, una mujer murió tras ser arrollada por un vehículo de un sospechoso supremacista blanco, y dos policias estatales murieron cuando el helicóptero desde donde monitoreaban una protesta convocada por grupos supremacistas y neonazis se desplomó a tierra.