La detención se da en el marco de la "mexicanización" de los grupos criminales costarricenses, dijo el exfiscal general Jorge Chavarría citado por el sitio insightcrime.org.
López Mendoza, conocido como el "M-1", fue detenido a principios de esta semana en una carretera cercana a San José, con el cabello diferente a su habitual rubio, y una barba a fin de encubrir su apariencia luego de cuatro meses de eludir la persecución policial.
Se trata del líder del autollamado "Movimiento Revolucionario del Crimen Organizado" (Moreco), conocido de manera pública en 2015 y ahora desmantelado con este arresto, afirmaron las autoridades.
Costa Rica era de tiempo atrás punto de tránsito para los estupefacientes con destino a América del Norte, en un mecanismo donde los grupos locales daban solo apoyo a ese paso.
Pero Moreco participaba de manera directa en la comercialización de la droga tras sus vínculos con los cárteles mexicanos de narcotraficantes que lo habrían adentrado en la actividad.
De acuerdo a las fuentes policiales, el M-1 viajó a México en 2015 para establecer nexos con sicarios y aprender así sus métodos para realizar ejecuciones, lo que incrementó la violencia en el país centroamericano en 2017 y 2018, precisó Chavarría.
Walter Espinosa, del cosatarricense Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo a su vez que Moreco era un grupo profesional, estructurado, con ideología propia y cohesión interna.
Junto a esta organización ha habido otras bandas, como la que fue desmantelada hace tres años, la cual importaba cocaína desde Ecuador y Colombia para embarcarla a México en un esquema que incluía bodegas, puertos, casas de seguridad y pistas para operaciones aéreas.
El M-1 era buscado por las estadunidenses agencias Federal de Investigaciones (FBI) y de la Administración para el Control de Drogas (DEA), acusado de traficar más de dos toneladas de cocaína para los consumidores estadunidenses y lo habían agregado a sus listas de "más buscados".
De acuerdo a insightcrime.org, grupos como Los Moreco -cuyo lema era "honor, orgullo y lealtad"- están ampliando su margen de maniobra debido a la continua fragmentación de los carteles mexicanos, proceso que los ha elevado de meros apoyos a socios.