“Los niños, con el tiempo y regresando a su rutina se recuperan fácilmente, pero es importante también hacer un trabajo de ayuda, de apoyo psicoemocional”, con la participación de familiares, docentes y especialistas, explicó la funcionaria en entrevista con Notimex.
Giusti afirmó que el Unicef está y se mantendrá en las zonas más afectadas para apoyar los esfuerzos de las autoridades mexicanas en todos los niveles de gobierno a fin de asegurar el regreso de los niños a la escuela, su protección, así como su recuperación emocional.
Para ese último punto “nosotros tenemos una metodología de espacios amigables donde se utiliza el juego, el arte y la música para regresar a la normalidad, eso les ayuda mucho, luego, obviamente, hay casos que necesitan ser referidos a expertos”, planteó.
Indicó que es normal que cuando un niño pasa por una situación traumática como un terremoto, tenga miedo, angustia, manifieste pesadillas y comportamiento de ese tipo, y generalmente los niños con el tiempo, regresando a su rutina se recuperan fácilmente, por ello la importancia del regreso a clases.
Respecto a la participación de los padres en este proceso, la especialista indicó que se comparten mensajes y consejos con los papás que están manejando los albergues o con los psicólogos que trabajan ahí, por ejemplo en Juchitán, Oaxaca.
Detalló que se trata de consejos que los cuidadores ignoran, “probablemente porque también están agobiados por la situación, como no dejar a los niños solos, pues podría ser un riesgo en el caos o podría haber malintencionados; darles cariño y hablar del sismo porque eso ayuda a los infantes a desahogarse a sacar su miedos”.
Los grupos de trabajo se separan por edades, con actividades y metodologías diferentes, pues “el adolescente no va a querer hacer las actividades de un niño pequeño, y lo mismo aplica con el tema escolar”, mencionó.
En este sentido, Giusti indicó que durante su visita a las zonas afectadas también destacaron los temas de salud, seguridad y protección, así como el regreso a clases, pues entre la población afectada hay entre 500 y 600 mil niños de 0 a 18 años de edad, en ambos estados.
Agregó que muchas de las familias de estos niños están en refugios temporales porque no quieren alejarse de sus hogares, de su comunidad, y prefieren ocupar espacios como parques y plazas, pero no tienen todas las condiciones de agua, saneamiento, de protección para su bienestar.
“Tenemos un mecanismo que a través de las donaciones que nos hacen la población y en cuanto a la recaudación de fondos que hace Unicef lo podemos dedicar a este tipo de iniciativas, con compras de productos de higiene, escolares para las escuela móvil, llamada “Escuela en una caja”, que sería también para kit psicoemocionales que ayudan en la recuperación.
Con respecto al tema escolar, dijo que muchas escuelas han sido dañadas, “se calcula que solo en Oaxaca, en el Itsmo son 101 y otras en Chiapas, y ahora se tienen que verificar para ver cuándo se puede entrar y resumir el año escolar".
Explicó que mientras se regularizan las clases en las escuelas, se deben implementar escuela alternativa o espacios alternativos para poder ayudar a estos menores de edad.
Mencionó que mientras se logra retomar la escuela en sus espacios, en los sitios alternativos se brindan herramientas a los docentes para que puedan trabajar en temas psicoemocionales que se puedan manifestar sobre todo en los primeros meses.
Sobre el regreso a clases, las autoridades están identificando el grado de daños de las escuelas y de no poder regresar a ellas, buscarán espacios como centros deportivos, entonces nosotros otorgaremos las cajas escolares con útiles y materiales para trabajar con algunos materiales y guías para los docentes, finalizó.