México se encuentra en una zona de alta sismicidad debido a la interacción de las placas de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe.
Por esa razón no es rara la ocurrencia de sismos en el país, incluso el Sismológico Nacional reporta en promedio la ocurrencia de 40 temblores al día.Con magnitudes que variaron de 1.3 hasta 8.2, el organismo del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) registró hasta el 24 de octubre ocho mil 678 réplicas.
El 7 de septiembre ocurrió un sismo de magnitud 8.2 localizado en el Golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, en las coordenadas 14.85 grados latitud norte y -94.11 longitud oeste y una profundidad de 58 kilómetros.
El temblor, ocurrido a las 23:49: horas, fue sentido en el sur y centro del país, y ocasionó fuertes daños en el istmo de Tehuantepec.
El mecanismo focal mostró una falla de tipo normal, la cual es típica de un sismo intraplaca al interior de la placa de Cocos; éste presentó gran cantidad de réplicas, muchas de las cuales no pudieron ser localizadas por sus pequeñas magnitudes.
El 19 de septiembre, a las 13:14:40 horas, ocurrió un sismo con magnitud 7.1 localizado en el límite estatal entre Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos y a 120 kilómetros de la Ciudad de México.
El movimiento telúrico fue sentido fuertemente en el centro del país y ocasionó graves daños y pérdidas humanas en la Ciudad de México.El epicentro se registró en 18.40 grados latitud norte y -98.72 longitud oeste; su mecanismo focal fue de falla normal y se trata de otro sismo intraplaca; este evento tuvo 39 réplicas.
Es común que ocurran sismos en los estados de Puebla y Morelos, incluso se tiene un registro de este tipo de fenómenos desde el año 1900 a la fecha.
En 1980 ocurrió un sismo de la misma magnitud que el del 19 de septiembre, pero con epicentro a 19 kilómetros al oeste de Acatlán de Osorio, Puebla y ocasionó daños en la capital poblana.
El epicentro del sismo de 1980 se localizó a 57 kilómetros al sureste del epicentro de este sismo del 19 de septiembre del 2017.
De acuerdo con datos del Sismológico Nacional en agosto se contabilizaron mil 548 sismos; seguido de julio con mil 428; junio con mil 424; marzo con mil 342; enero con mil 226, marzo con mil 188; febrero con mil 144; y abril mil 025.
Distribución de los sismos en el año
La distribución de los epicentros registrados en el primer mes del año se concentró principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco, aunque también hubo varios en Baja California y Nuevo León.
En ese periodo, ocurrieron dos con magnitud mayor de cinco; el primero de ellos, ocurrió el 12 de enero a las 04:26 horas, con una magnitud de 5.0 y su epicentro fue localizado a 19 kilómetros al suroeste de Ometepec, Guerrero.
El segundo ocurrió el día 25 de enero a las 14:54 a 36 kilómetros al sur de Jáltipan de Morelos, Veracruz y se trató de un sismo profundo con una magnitud de 5.1.
En febrero, se registró una interesante secuencia sísmica de nueve temblores en las cercanías de la ciudad de Veracruz, el de mayor magnitud fue de 4.8. y fue percibido en el puerto.
El de mayor magnitud de ese mes ocurrió el día 3 a las 14:17 horas a 42 kilómetros al suroeste de Tapachula; tuvo una magnitud de 5.3 y su ocurrencia fue por el contacto convergente entre las placas de Cocos y del Pacífico.
De acuerdo con datos del organismo del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, las magnitudes de los mil 188 movimientos telúricos ocurridos en marzo se encuentran en un rango de 1.5 a 5.5.La sismicidad del mes se distribuye en el centro y norte del país, y una fuerte concentración en la costa de los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Jalisco y en el Istmo de Tehuantepec.
Además, se reportaron dos eventos en los dos primeros días del mes con magnitudes 1.5 y 1.8, cuya región epicentral se ubicó en la delegación Coyoacán, Ciudad de México.
El sismo de mayor magnitud fue de 5.5 ocurrió el día 29 a las 09:15 horas y se localizó a 95 kilómetros al oeste de Ahome, Sinaloa, en el Golfo de California.
Hubo dos sismos de magnitud 4.7, los cuales fueron los de mayor magnitud reportados en el mes abril; el primero de ellos ocurrió el día 9 a las 04:23, con epicentro a 19 kilómetros al sureste de Acapulco, Guerrero.
El otro sismo de magnitud 4.7 ocurrió a las 02:38 horas del 14 de abril y su epicentro fue ubicado a 49 kilómetros al noroeste de Cintalapa, Chiapas.
El 3 y 4 de abril se registró una secuencia de cinco sismos con epicentros en el Estado de México; el mayor de ellos fue de magnitud 2.8 y ocurrió el día 4 a las 21:54 horas con epicentro a cuatro kilómetros al sureste de Chimalhuacán.
La sismicidad registrada durante mayo se concentró principalmente en la costa de los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Colima y el Golfo de California.
El temblor de mayor magnitud que se reportó fue de magnitud 5.7 y su epicentro se localizó en el límite estatal entre Chiapas y Oaxaca, aproximadamente a 41 kilómetros al noroeste de Cintalapa, Chiapas.
Ese movimiento telúrico ocurrió el día 20 de mayo a las 12:58 horas y fue percibido en los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla.Otro sismo, de magnitud similar, ocurrió el mismo día, pero a las 01:02 horas con su epicentro se ubicó en el Océano Pacífico, a 284 km al suroeste de Manzanillo, Colima.
El rango de magnitudes de los temblores reportados en junio va desde 2.2 a los 7.0 con epicentros principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Colima, así como el Golfo de California.
En ese mes ocurrió un sismo de magnitud considerable. Se registró el día 14 a las 02:29, hora local, y su epicentro fue localizado a 13 km al noreste de Cd. Hidalgo, Chiapas. Este evento de magnitud 7.0 fue sentido en los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Ocurre un enjambre sísmico
En julio, las magnitudes de los sismos variaron de 1.6 a 4.8, con epicentros principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, el Golfo de California y en el Istmo de Tehuantepec.
Los días 23 y 24 de julio ocurrió un enjambre sísmico en el Golfo de California; el primer sismo sucedió a las 19:27 horas y fue de magnitud 4.4; y en las 12 horas siguientes se registraron otros 80 de magnitudes entre 3.0 y 4.5.
Un enjambre sísmico se define como la ocurrencia de un conjunto de eventos sísmicos en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto
Ese tipo de eventos son comunes en el Golfo de California debido a las características tectónicas de la región, donde se encuentra el contacto de las placas de Norteamérica y del Pacífico.
Mientras que en agosto, las magnitudes de los sismos reportados van desde 1.3 hasta la magnitud de 5.3, cuyos epicentros se distribuyeron en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Colima.
Un sismo pequeño en el Estado de México, de magnitud 1.3, se reportó el día 24 de agosto a las 12:56 horas, a cuatro kilómetros al sureste de Tlalnepantla.El día 18 ocurrió, a las 00:15 horas, un sismo de magnitud 5.3 localizado a 41 kilómetros al sur de Atoyac de Álvarez, Guerrero, en la zona de subducción del Pacífico Mexicano, donde se encuentra el contacto convergente entre las placas de Cocos y Pacífico.
En los días 18 al 22 de agosto de 2017, se registró un enjambre sísmico con 81 temblores localizados en las cercanías de Coalcomán, Michoacán.
Chiapas y Oaxaca son de los estados con mayor sismicidad en el país, cuyo origen se debe al contacto convergente entre la Placa de Cocos y la Placa de Norteamérica.
Con respecto a esa zona, al inicio del Siglo XX se produjeron tres grandes sismos superficiales con magnitudes mayores a 7.0 en las costas de Chiapas y Guatemala.
El primero ocurrió cercano a la frontera México-Guatemala, el 19 de abril de 1902 con magnitud de 7.5; el segundo fue el 23 de septiembre de 1902 con magnitud de 7.7 en la costa norte de Chiapas, y el tercero el 14 de enero de 1903 de 7.6 en la costa sur de Chiapas.
El Sismológico Nacional hace hincapié en que hasta la fecha no se cuenta con técnicas científicas en ninguna parte del mundo que prevengan cuándo ocurrirá un sismo ni su magnitud ni los efectos en la población.