México, 29 Ene (Notimex).- La reforma política de la Ciudad de México fortalece los derechos de sus ciudadanos y acaba con el excluyentismo y la centralización, coincidieron los presidentes del Senado, Roberto Gil, y de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano.
Durante la ceremonia en la que el presidente Enrique Peña Nieto promulgó esa modificación constitucional, ambos legisladores indicaron que esa transformación es muestra de la voluntad política.
Es “la corrección de un déficit democrático y de derechos” que está inspirada en cerrar la brecha de la excepcionalidad “ahí donde no se justifica y delimitarla ahí, donde es necesario”, declaró Gil Zuarth.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional, el senador panista indicó que no hay razón que justifique negar al habitante de esta entidad el derecho a decidir, por sí mismo o a través de sus representantes, así como los derechos y las obligaciones que tiene frente a su comunidad inmediata.
“No hay argumento para excluir al ciudadano de esta ciudad en la configuración de los Poderes públicos, que deben gestionar y resolver los problemas colectivos para decidir qué debe hacer cada nivel de autoridad, y cómo se va a distribuir y controlar el poder local”, abundó.
Roberto Gil subrayó que la modificación constitucional que crea la Ciudad de México como entidad federativa autónoma no la hicieron los políticos para los políticos, “para repartirnos privilegios y espacios de poder”, ni se trata de un mero cambio de nombre de la ciudad o de un nuevo gentilicio.
Tampoco se justifica que la capacidad financiera de la ciudad esté condicionada a la voluntad de terceros ni “que las políticas que expanden derechos o que crean bienes públicos estén expuestas a la duda o a la confusión competencial”.
“No se justifican las responsabilidades extraviadas en jurisdicciones dudosas, duales y sobrepuestas”, añadió el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
Su homólogo en la Cámara de Diputados destacó, a su vez, que la reforma es resultado de la voluntad política, de la convicción y de la determinación de las principales fuerzas políticas del país que hicieron el compromiso en el Pacto por México, para la reforma de la capital del país.
Jesús Zambrano reconoció la voluntad política tanto del presidente Enrique Peña Nieto, que firmó ese pacto, como del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, que desde el inicio de su gestión se comprometió a avanzar para concretar ese propósito.
Es una de las reformas constitucionales más importantes hechas a la Carta Magna en los últimos años, que enriquece el pacto federal como nación soberana y declara el nacimiento de la Ciudad de México como capital del país, sede de los Poderes nacionales y con plena igualdad frente a los 31 estados de la República.
“Esta reforma es la cristalización, por un lado, del esfuerzo de décadas de centenares de miles de mujeres y hombres de la Ciudad de México por ser reconocidos con plenos derechos, pasando por el referéndum que la propia sociedad civil organizó hace más de 25 años y por la reforma política de 1996”, indicó Zambrano Grijalva.
Mancera Espinosa expresó, en su oportunidad, que hoy se da cuenta de uno de los logros políticos y sociales de más alcance en la historia de la Ciudad de México; “somos testigos de un paso enorme en la construcción de una soberanía propia y efectiva para la ciudadanía capitalina”.
También se pronunció por lograr que esta nueva entidad federativa autónoma “tenga una Constitución moderna y de avanzada”, y subrayó que comienza una nueva etapa de trabajo para la construcción de su nuevo andamiaje jurídico, político, económico y social.
Una Constitución “que dé garantía a la inversión, al desarrollo, a la prosperidad, a la educación, a la salud, a la no discriminación. Que dé la justa dimensión a la libertad en todos sus sentidos”, añadió Mancera.