Fue en 1961, cuando el ex gobernador, Carlos A. Madrazo Becerra, inauguró la estatua conocida popularmente como “El Caballito”, con el Coronel Gregorio Méndez montado sobre un corcel en batalla con un soldado francés.
De acuerdo a la recopilación de los hechos por Manuel González Calzada en su libro “Tabasco 27 de Febrero de 1864”, San Juan Bautista –antiguo nombre de Villahermosa- quedaba destruida tras la batalla, pero se había expulsado a los franceses antes de que la monarquía extranjera pisara las playas mexicanas.
Fue de tal importancia la justa tabasqueña, que el escritor Manuel Sánchez Mármol, consideró esa fecha de tal relevancia que representaba para Tabasco lo que el 5 de Mayo para toda la república.
El municipio de Jalpa de Méndez se denominó así en honor a quien fuera Jefe Militar y Gobernador de Tabasco de 1864 a 1867.
Incluso, el 27 de Febrero es un día festivo y de descanso oficial en Tabasco, por lo cual se rinden homenajes ante el monumento localizado en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Gregorio Méndez, donde fue reubicada a inicios de los años 90.
El sitio donde fue colocado la primera vez se trató de una glorieta en la intersección de Paseo Tabasco y 27 de Febrero, frente a la Catedral del Señor de Tabasco, pero por motivos de vialidad se cambió de lugar después de 30 años.
"Para las generaciones que lo apreciaron allí, la figura de bronce esculpida por Augusto Escobedo y fundida por Fernando Díaz, se convirtió en punto de referencia urbana al ubicarse en una de las intersecciones más concurridas en ese entonces".
De manera popular la escultura fue bautizada como “El Caballito”, tal como se refiere hasta la fecha.
En tanto, la estatua a Tabscoob, como se les denominaba a los Señores de Tabasco antes de la conquista, conocidos después como caciques, se elaboró en honor al guerrero que, a la llegada de Hernán Cortés en marzo de 1519, combatió a los españoles.
En la obra Historia de Tabasco, de Manuel Gil y Sáenz, se narra que al triunfo de Cortés, éste nombró a Centla, lugar costero de la batalla, como Santa María de la Victoria.
De acuerdo a las costumbres, al vencedor se le entregaban regalos, por lo cual el cacique Tabscoob le entregó 20 esclavas, entre las que se hallaba Malitzin o Malinche.
En diciembre de 1981, el entonces presidente José López Portillo y el ex gobernador, Leandro Rovirosa Wade, inauguraron la glorieta a Tabscoob en la entrada a Villahermosa sobre la carretera federal hacia Macuspana.
En 2009 fue reubicada a un costado del lugar, al desaparecer la glorieta y construirse distribuidores viales, pudiéndose observar de frente al ingresar a la ciudad desde el aeropuerto de Villahermosa.
La de Tabscoob se trata de la única escultura que conmemora a un gobernante indígena de la época prehispánica en Tabasco.