Fue el pasado 18 de julio, cuando el Congreso de Baja California Sur aprobó reformas a la Ley del Equilibrio Ecológico del Estado, mediante las que se establecen políticas públicas encaminadas a la eliminación del uso de bolsas plásticas y contenedores de poliestireno expandido para fines de envoltura.
Además, de transportación, carga o traslado de alimentos y bebidas, así como de popotes plásticos en supermercados, tiendas de autoservicio, farmacias, tiendas de conveniencia, mercados, restaurantes y similares.
“Esto nos llena de orgullo, porque es un paso más para demostrar que en el estado el turismo y la sociedad están comprometidos con el medio ambiente y abona a la responsabilidad social empresarial”, destacó el titular de la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad de Baja California Sur, Luis Araiza López.
En entrevista con Notimex, el funcionario estatal expresó que esta ley surgió a iniciativa de restauranteros y hoteleros principalmente, por lo que ha sido muy bien acogida por la sociedad y por los empresarios, ya que va muy de la mano con la política de sustentabilidad del gobierno de Baja California Sur.
Añadió que apenas va a entrar en vigor, ya se aprobó, y no se trata de una ley que sea prohibitiva, ya que de inicio se va a dar un tiempo perentorio para que las empresas y los comercios se preparen para poder irla llevando a cabo y su ejecución no cause problemas.
Precisó que son conscientes que hay inventarios, hay gente que aún utiliza el plástico, por ello no se busca que haya detrimento en la economía de nadie, “entonces ya es un primer paso que se aceptó, se aprobó, entonces vamos por buen camino”.
Respecto a los impactos positivos de ésta, manifestó que la vocación turística del estado es el principal motor de la economía, hoy las nuevas tendencias de viaje están encaminadas al disfrute de las bellezas naturales y cada vez más los viajeros prefieren aquellos destinos que tienen buenas tácticas ambientales.
Por ello, subrayó que “ello nos va a consolidar, además como uno de los destinos del país y del mundo que se preocupa por el medio ambiente, este hecho va a fortalecer y ser un distintivo positivo para nuestra entidad”.
Aseguró que la sustentabilidad, o la responsabilidad social no es una moda, es algo que debemos todos acoger, y la entidad no podría estar exenta o ajena a un movimiento del cuidado del planeta.
“En la entidad somos y debemos ser conscientes de que nuestro principal ingreso es el turismo y por más razón debemos cuidar el medio ambiente y sumarnos a esta causa”, explicó.
Agregó que es un tema que tanto hoteleros como restauranteros están en favor, incluso ellos fueron quienes propusieron iniciar el tema, de la mano con el Congreso y el gobierno del estado se sumó, “porque ahora estamos conscientes de que eso es una práctica que debemos llevar a cabo y sumarnos a las iniciativas del mundo”.
En este sentido, entidades como Sonora, Durango, Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México, se han unido a esta campaña, y aunque no cuentan con leyes que prohíban el uso de plástico, realizan acciones en pro del medio ambiente.
Tal es el caso de Guerrero, en donde la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) y la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla acordaron eliminar el uso del "bolsas plásticas".
Esta iniciativa busca disminuir el uso de materiales plásticos, la generación de residuos sólidos urbanos y prevenir la contaminación, por ello acordaron firmar un convenio de colaboración para la eliminación del uso de bolsas plásticas y la disminución del papel en la venta que los agremiados realizan.
Además, retornar a la cultura de utilizar materiales reutilizables como servilletas y bolsas de tela. Esta actividad se da en torno a las estrategias nacionales de producción y consumo sustentable para orientar a la población hacia el crecimiento verde preservando la riqueza natural.
En el caso de Chilpancingo y la Región Centro, donde ya se implementa, se reporta que se ha logrado reducir en los últimos cinco meses en promedio un 60 por ciento el uso de bolsas.
En su momento, el Congreso de Baja California Sur informó que la Ley del Equilibrio Ecológico y protección al Ambiente recalca que el estado deberá garantizar que los popotes, bolsas de plástico y el poliestireno se sustituyan por la utilización de materiales provenientes de recursos renovables.
Esto con el objetivo de que se realice su pronta biodegradación en los destinos finales, para lo cual se planean lapsos hasta de 18 meses.
Estas modificaciones legales son en lo referente a supermercados, tiendas de autoservicio, de conveniencia, mercados y restaurantes en un plazo de doce meses luego de su entrada en vigor.
En tanto, en los establecimientos dedicados a la venta al mayoreo y de menudeo de los productos señalados, la entrada en vigor será en un lapso de 18 meses tras la entrada en vigor de las reformas.
Las modificaciones indican que el estado y los municipios en coordinación con la sociedad civil, cámaras empresariales entre otros “deberán de instrumentar estrategias y campañas de promoción y concientización ciudadana sobre el uso y destino final de bolsas de plástico y popotes”.
Las restricciones que se plantean fueron impulsadas por organizaciones de la sociedad civil y cámaras empresariales, quienes por medio de la diputada Maritza Muñoz Vargas plantearon las reformas, ante la realidad que se vive en lo referente a la contaminación que causa este tipo de materiales al medio ambiente.