México, octubre (SEMlac).- (Imagen Ilustrativa/depositphotos) México sólo posee 1.000 mastógrafos en el sector público, herramienta fundamental para detectar el cáncer de mama, primera causa de muerte de las mexicanas.
Ello deriva a una situación grave, porque se detectan 29.000 casos nuevos de cáncer de mama cada año, sostiene un ensayo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y agrega que, durante la pandemia, las mastografías cayeron 50 por ciento, algo que no ha variado.
Esta carencia contribuye a las muertes por cáncer de mama, que van en aumento y significan 18 por cada 100.000 mujeres. Además, los nuevos casos han pasado de 21.000 a 29.000 en un año.
En los últimos 17 años, el cáncer de mama es la principal causa de muerte en mujeres y, de acuerdo con especialistas, a partir de los 25 años se puede sufrir de la enfermedad. Las muertes son, principalmente, en mujeres de 60 años, según el INEGI.
En 2022 ocurrieron 7.973 muertes por cáncer de mama, de las cuales 99,4 por ciento fueron mujeres y 0,6 por ciento hombres. Esto es 21 mujeres al día.
El INSP indica que México carece de programas permanentes y de recursos técnicos y médicos que puedan lograr una prevención adecuada. El INEGI señala que, además, 10.000 de los 29.000 nuevos casos se atienden en el sector privado, por falta de servicios médicos públicos.
Según un estudio de María T. Arceo-Martínez, Joel E. López-Meza, Alejandra Ochoa-Zarzosa y Zoraya Palomera-Sánchez, las mujeres, además, carecen de información sobre los distintos tipos de carcinomas que afectan las mamas y que no se reduce a la detección personal, porque tiene que ver con otros factores. Por ello es fundamental la detección temprana, la mastografía.
Estos investigadores llaman la atención sobre la imposibilidad de detectar el cáncer de mama en las poblaciones más alejadas, indígenas o campesinas del país.
La falta de recursos se agudizó en esta administración; encima, en 2024 el presupuesto destinado a la salud sexual y reproductiva será el más bajo en los últimos cinco años, según la organización FUNDAR.
Con el resultado de las más recientes encuestas de mortalidad del INEGI y el ensayo del Instituto Nacional de Salud Pública, queda claro que no hay una política para atender la salud de las mujeres. Los programas de atención, post cáncer de mama, fueron eliminados desde 2019.
El ensayo del INSP dice que un factor limitante en la detección del cáncer de mama es el número de mastógrafos en el país, que llega apenas a mil en el sector público.
"La evidencia sobre este tema indica que el riesgo de mortalidad por cáncer de mama se reduce al menos en 30 por ciento en los grupos poblacionales que, de manera sistemática, participan en campañas de detección", señala el ensayo.
Con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer, el 19 de octubre, el Senado se iluminó de rosa desde el 2 de octubre y se anuncia nueva legislación sobre prevención, aunque el reclamo es dotar de mayores recursos a la salud para los cánceres femeninos, en un país donde, reclaman especialistas, 34 millones de mexicanas no tienen acceso a servicios de salud. Según las encuestas del INEGI, 62 por ciento de los decesos se da en los hogares.
De hecho, si México contara con programas permanentes, organizados y de calidad, que cubrieran al menos a 70 por ciento de las mujeres entre 40 y 69 años, se salvarían cinco vidas por cada 1.000 mujeres tamizadas.
Desafortunadamente, agrega el INSP, son varios los aspectos que actúan en detrimento de los programas de detección oportuna del cáncer de mama en México, por aspectos ajenos a los efectos que dejó la pandemia de covid-19.
Si bien uno de los factores es la falta de seguimiento de las pacientes, otro obstáculo es el número de especialistas en mastografías en el sector público.
"Según cifras oficiales, el recurso humano -tanto técnico como médico con las credenciales académicas para ejecutar el tamizaje- también es limitado. Un ejemplo son los médicos radiólogos, con calificación agregada en mama, los cuales ascienden a 587 en todo el país", puntualiza el análisis.
Mastografías cayeron 50 por ciento
El ensayo del INSP resalta que uno de los sectores más afectados por la pandemia de covid-19, tanto por el confinamiento como por la reconversión hospitalaria, fueron aquellos servicios de salud considerados "no esenciales", entre ellos los programas públicos de detección de cáncer de mama.
Lo anterior derivó en que, a partir de que se declaró la emergencia sanitaria en México, el número de mastografías de detección en México sufrió una caída general del 50 por ciento, la cual se prolongó al menos dos años.
En todo 2020, año de la declaratoria, en México se realizaron solo 650 mastografías de detección, mientras que en enero de 2021 se lograron 2.000.
"Al inicio, la justificación fue que un retraso de tres meses en la detección de cáncer de mama no incrementaría significativamente la mortalidad, porque 80 por ciento de los cánceres que se detectan en tamizaje son de 'lento crecimiento'", refiere el ensayo.
Pero los meses trascurrieron y, a tres años del inicio de la pandemia, se han anunciado caídas pronunciadas en los procedimientos de detección del cáncer de mama a nivel mundial, lo que indiscutiblemente aumentará la carga futura de esta enfermedad.
El estudio resalta que, aunque todavía es pronto para estimar el impacto que pudo haber tenido este abandono a la detección de cáncer de mama en el país, los datos internacionales indican que cuando la capacidad del tamizaje se desploma 75 por ciento durante seis meses consecutivos, el resultado esperado son 5.000 muertes adicionales en los próximos 10 años.
Ruta histórica
Desde 2006, el cáncer de mama se ha convertido en la primera causa de muerte entre las mexicanas. Tan solo en 2021 se registraron 21.305 nuevos casos de cáncer de mama (SS) y de enero a octubre de 2022 la enfermedad cobró la vida de 7.925 mujeres (INEGI).
Actualmente, en México, la tasa de mortalidad por cáncer de mama es de 18 mujeres por cada 100.000; sin embargo, el tratamiento puede ser sumamente eficaz -con tasas de supervivencia superiores al 90 por ciento (OMS)- cuando se diagnostica de manera oportuna; por lo que es indispensable eliminar las barreras que limitan el acceso de las mujeres a tamizajes mamográficos.
Los casos crecen en México: durante 2019 se registraron 15.286 nuevos casos de cáncer de mama en la población de 20 años y más. Para 2021, 21.000 y para 2022 fueron 29.000. Siempre son más mujeres que hombres. Y si bien la mayoría de las muertes se da en mujeres mayores de 60 años, los especialistas señalan que a partir de los 25 años hay detecciones y una cifra más abultada en mujeres de 40 años y más.
A nivel nacional, la tasa de incidencia de cáncer de mama es de 18.55 casos nuevos por cada 100.000 habitantes de 20 años y más. En 2020, el cáncer de mama cobró la vida de 7.880 personas en México, lo que equivale al ocho por ciento del total de defunciones por tumores malignos.