Ciudad de México, noviembre (SEMlac).- (depositphotos) A 70 años de haber logrado el voto las mexicanas, no se ha podido obtener la ciudadanía plena y digna. La arena política sigue siendo masculina, así lo demuestra la violencia feminicida en ascenso. Se siguen regateando las posiciones en las gubernaturas, pese a que hay dos candidatas mujeres a la presidencia, pero no hay mujeres liderando los partidos políticos.
Lo que se requiere es un cambio cultural profundo, en la escuela, desde los niveles básicos, que incluya en los contenidos la perspectiva de género, y cambiar contenidos en los medios de comunicación.
En el programa especial de radio "70 años del voto de la mujer en México", de Pulso Radio Educación, conducido por la periodista Eliud Hernández, se recordó la lucha ardua y difícil que desde el siglo XIX han estado dando las mujeres mexicanas, como Laureana Wright con las Violetas de Anáhuac, donde se expresaba la necesidad de las mujeres de intervenir política, económica y socialmente en la vida del país, como refirió la académica y doctora Gloria Prado Garduño.
La politóloga Iliana Rendón Arias destacó, entre las precursoras en la representación política de las mujeres, a la activista y defensora de las personas desaparecidas Rosario Ibarra de Piedra, la primera candidata a la presidencia de la República en 1982 y 1988. Cuando, desde los años setenta se ha estado cuestionando si el país estaba preparado para tener una presidenta, ahora se hace realidad.
La periodista y feminista Sara Lovera López, directora del portal SemMéxico, la voz de la mujer en las noticias, se refirió al hecho de que la ciudadanía de las mujeres no se agota en el voto sino en lograr un desarrollo humano pleno y digno de la población que en el país representa más de la mitad.
No hemos accedido al ejercicio pleno de la ciudadanía equiparada a la de los hombres, porque no se han resuelto los problemas de la vida y la dignidad de las mujeres, como la violencia extrema, la pobreza, la doble y triple carga de las labores del hogar, ahora llamados sistema de cuidados.
En un país donde se mata a las mujeres y medio millón de niñas de 5 años ya se dedican al trabajo no remunerado de cuidados, con graves consecuencias para su salud, no se puede hablar de ciudadanía femenina, señaló Lovera.
Coincidieron las panelistas en que avanzamos numéricamente como legisladoras y gobernadoras, somos el quinto país en el mundo en paridad legislativa, pero siguen pendientes el desarrollo pleno y la dignidad de las mujeres, lo que cuestiona qué tan real es esa paridad.
Para la Doctora Gloria Prado, de la Universidad Iberoamericana, el liderazgo sigue siendo patriarcal y ninguno de los partidos políticos tiene una mujer en la dirigencia. Sí hay mujeres en los partidos, pero no son las que mueven el partido.
A las mujeres las matan, dijo y recordó los hechos de simulación política cuando ganaba una mujer, pero el esposo la obligaba a renunciar para tener la representación como suplente. O cuando a una presidenta municipal la secuestran para que renuncie.
La académica Ileana Rendón, autora del libro Los efectos de la reelección legislativa", afirmó que la arena política sigue siendo masculina y que el gran problema radica en la educación, porque el machismo se genera desde la crianza, todavía.
Sí puede haber cambios, afirmó, pero cuando los roles de género dejen de estar presentes en la familia y la escuela. Por ello planteó que la perspectiva de género debe enseñarse desde los niveles básicos.
Sara Lovera López, con más de 54 años de ejercicio periodístico, expuso que ninguna de las actuales gobernadoras pone al centro la agenda de las mujeres, como lo plantean las feministas. Es ejemplo de que cuerpo de mujer no garantiza que se luche por los intereses de las mujeres. Como ejemplo, expuso el de la presidenta finlandesa hasta abril de este año, Sanna Marin Mirelli, quien sí puso en el centro la agenda de las mujeres.
Para cambiar la ideología es necesaria una profunda reforma educativa, señaló Lovera, al igual que en los medios de comunicación, porque entonces no tardaremos los 150 años para alcanzar la paridad, como señalan los organismos internacionales.