Recuerdan la dramaturga y novelista Elena Garro

Por Libertad López ([email protected])

NOTICIAS SEMLAC
21 de Agosto de 2023
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Recuerdan la dramaturga y novelista Elena Garro. FOTO: Presidencia de la República EPN.
Recuerdan la dramaturga y novelista Elena Garro. FOTO: Presidencia de la República EPN.

México, agosto (SEMlac).- Este agosto, con varias charlas y actividades literarias, se rememora a una de las más extraordinarias escritoras mexicanas: Elena Garro, a 25 años de su partida.

"… Elena, un personaje mítico. Encuentro en ella vivencias que la hacen resaltar como escritora y mujer. Es sorprendente asomarse a la historia de una persona y encontrar tantas y tantas interrogantes, misterios que envuelven su vida, sus pasiones, amores y frustraciones. Rodeada de un ambiente lleno de libertad que propició desde su infancia un desenvolvimiento libre, colocando corazón e imaginación en cada momento vivido. Una trayectoria de vida que sale de lo cotidiano, del 'deber ser' femenino; en fin, una forma distinta de ser mujer en su época".

Así escribió de ella Ana María Hernández López, en el número 2 de Cuadernos Feministas CF en 1997. Hernández era profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México e integrante del Círculo de Estudios de Lectura Escrita.

Las charlas y recuerdos comenzaron el 11 de agosto en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, a iniciativa de las autoridades de cultura. La dramaturga y novelista Elena Garro murió un 22 de agosto de 1998 en Cuernavaca, Morelos, a los 82 años.

Se la recordó en el ciclo ¡Leo… luego existo!, convocado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
En la primera charla participó la actriz Laura Padilla, de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), quien leyó "La culpa es de los tlaxcaltecas", un relato corto publicado en 1964 y que se convirtió en un clásico de la cuentística mexicana.

Como parte del ciclo Las y los jóvenes leen a… Elena Garro, estudiantes del XIX Diplomado en Creación Literaria Xavier Villaurrutia participarán con lecturas de textos emblemáticos de la autora, del 22 al 26 de agosto.

Elena Garro, una nueva concepción del tiempo en el relato
Dramaturga y novelista, Elena Garro también escribió poesía, mucha de ella aún inédita, y ejerció el periodismo. Además, incursionó en otras disciplinas artísticas, como la danza, la actuación y la coreografía.

Una de las aportaciones más destacadas dentro de su narrativa es que introdujo nuevas formas de concebir el tiempo dentro del relato y, gracias a esto, sus piezas teatrales renovaron la dramaturgia.

Sus historias, que danzan entre la fantasía y la realidad, aportaron a la literatura la cosmovisión de los pueblos originarios del país, del imaginario campesino e indígena. Su lenguaje poético recrea las atmósferas del campo y la ciudad; el diseño de sus personajes recrea su personalidad más profunda.

Algunos de sus libros más reconocidos y estudiados son Los recuerdos del porvenir (1963), Un hogar sólido (1958), Andarse por las ramas (1958), Los pilares de doña Blanca (1958) y La semana de colores (1964).

Para Hernández López, esta mujer respondía a un espíritu aventurero y rebelde. Siempre confrontó sus ideales, quizá por ello y ante un código social que valora de muy distinta forma su proceder, es que concluye que todo en su vida fue equivocado.

Y, sin embargo, Elena se convirtió en la imagen de una mujer que superó atavismos y obstáculos, tanto sociales como políticos, en aras de realizarse como mujer y como escritora en un siglo XX plagado de grandes cambios.

Pero… ¿Cuál es su obra y sus contribuciones literarias?
Su obra teatral está integrada por obras como El árbol, Felipe Ángeles, Los pilares de Doña Blanca, El rey mago, Andarse por las ramas, Ventura Allende, Los perros, La dama boba, El rastro, Benito Fernández, La mudanza y El encanto.

Elena Delfina Garro Navarro (Puebla, Puebla, 11 de diciembre, 1916) decía sobre sí misma que era una mujer cuyo mundo era la lectura, pero su vocación pudo ser otra.
Margarita León, en 1916, afirmó que Elena Garro deseó ser coreógrafa, bailarina o general, pero destacó por ser una escritora multifacética que escribió novela, teatro y ensayo histórico, recurriendo para la creación de sus distintas obras a la crónica, a la memoria y a la poesía.

La crítica literaria de diversas épocas -explica León, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma Mexicana- pone a Elena Garro como una de las escritoras más importantes del siglo XX, compartiendo el crédito con Rosario Castellanos y Guadalupe Dueñas.

La influencia más importante de Elena Garro en la literatura fue a partir de 1963, cuando publicó su primera novela: Los recuerdos del porvenir.

"Ella fue una voz distinta respecto a la literatura que se venía escribiendo anteriormente, porque si bien había historias sobre los pueblos alejados y marginados, ella introdujo en su narración elementos del surrealismo, de la fantasía y de la paz. Creo que uno de los grandes aportes de Elena Garro fue el exponer en sus cuentos y obras de teatro la historia de México", dice León.

Elena Garro apostó en sus obras por el poder del lenguaje, y destacó en la creación de obras teatrales poéticas e imaginativas, que le siguieron a su más popular novela, las cuales presentan una corriente general de la literatura europea.

"Coincido con la opinión que externó en vida Emmanuel Carballo, en el sentido de que la obra de Elena Garro consiste en un realismo poético, ese que pasa por la magia, el sueño, la imaginación, para dar ciertas formas al surrealismo, por lo que creo es una escritora que abre brecha a escritoras posteriores", afirma León.

En sus obras, Elena Garro presentó mujeres perseguidas a las que no victimizó del todo, ya que no son mujeres sumisas, sino personas en medio de situaciones difíciles. Asumió grandes tradiciones literarias, no sólo latinoamericanas sino europeas, por lo que no se restringió al ámbito de la literatura nacionalista.

Durante mucho tiempo a Elena Garro se le consideró una escritora en el olvido o marginada, actualmente "Elena Garro puede compararse con otros escritores del siglo XX. En estos días ya contamos con muchos estudios sobre su teatro, memorias, y su obra novelística, decirle marginal sería desconocer lo que se está haciendo en la academia. Ella ha sido revalorada y ubicada en la historia de la literatura", agrega León.

Emmanuel Carballo (1929-2014) la consideró una escritora de la cabeza a los pies, modificante, deslumbrante, innovadora, por lo que la literatura era una antes de Elena Garro y otra después de ella, e indicó que su principal aportación fue llevar a la literatura latinoamericana un mundo lleno de magia.

"Es la creadora de un realismo que ya no es realismo crítico, ni realismo costumbrista ni expresionista, sino que viene a ser una cosa íntima, suave, y poco a poco va dejando el mundo de todos los días para entrar a un realismo mágico que de alguna manera es una crítica al mundo en que vivimos", escribió el crítico literario.

Su vida estuvo ligada de la de Octavio Paz, con quien vivió más de 20 años
Lucía Melgar, hace nueve años, antes de que escribiera la biografía de Elena Garro, describió su condición: "Denostada por sus críticos o 'enemigos' como traidora a sus pares en 1968, o como 'loca' o paranoica; idealizada por algunas de sus admiradoras como escritora incomprendida o víctima de los amos del poder cultural mexicano, la escritora Elena Garro ha dejado una estela de enigmas que a 16 años de su muerte no se han resuelto".

"Nos ha legado también, y eso es fundamental, una obra cuya riqueza y vigencia son cada vez más notables para los lectores, en particular para la gente joven que mira con ojos nuevos los hechos terribles o maravillosos que marcan sus páramos y ciudades", escribió Melgar.

Y entonces propuso: "Una biografía (a la europea) sería indispensable para entender mejor a Elena Garro como intelectual comprometida en los años cincuenta y sesenta, y como escritora (¿auto?) exiliada a partir de 1972. Nos permitiría también adentrarnos en el 'campo cultural' mexicano más allá de la esquemática visión en blanco y negro, de grupos de poder y figuras (des)encontradas, que afectó mucho tiempo la recepción de la obra garriana y que, con algunas excepciones, aún subsiste".

Leerla es la invitación; analizarla, también, destacan las autoridades de la cultura de esta administración y anuncian que el martes 22 de agosto, Rodrigo Robert del Castillo Velasco participará con Antes de la guerra de Troya.

Al día siguiente, Susi Bentzulul leerá Nuestras vidas son los ríos. El jueves 24 de agosto, Eduardo Orozco participará con El anillo. El viernes 25, Alvise Esteban dará voz a Perfecto Luna. Finalmente, el sábado 26 de agosto, Desiderio Sánchez Martínez leerá Era mercurio.

Todas estas lecturas se transmitirán a través de la cuenta de Facebook de la CNL (@coordinacion.literatura.mx) y del CCLXV (@cclxv), a las 18:00 horas.

Estudios y trayectoria
Garro llegó a los 18 años a la capital del país para ingresar a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió literatura, coreografía y teatro. Pronto se convirtió en coreógrafa del Teatro Universitario y comenzó a actuar en algunas obras.

Tiempo después hizo un posgrado en la Universidad de California, en Berkeley, y en la Sorbona, en París, Francia.

Muy joven, mientras estudiaba, contrajo nupcias con el poeta Octavio Paz. Fue amiga de Christian Dior, Pablo Picasso y Jean-Paul Sartre durante los años que vivió en París, de 1946 a 1952. En 1963 publicó su novela más famosa, Los recuerdos del porvenir, por la cual mereció el Premio Xavier Villaurrutia y, además, se considera una de las creaciones más perfectas de la literatura hispanoamericana contemporánea.

Vivió en Estados Unidos, España y Francia; en 1993 volvió a México. Ejerció el periodismo en México y Estados Unidos. Escribió guiones cinematográficos. Colaboró en Casa del Tiempo, La Palabra y El Hombre, México en la Cultura, y Revista de la Universidad de México. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, como creadora emérita desde 1993.

Otros de sus reconocimientos fueron el Premio Juan Grijalbo de Novela 1980, por Testimonios sobre Mariana; el Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón 1994 por su trayectoria; el Premio Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 1996; y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 1996 por Busca mi esquela. Primer amor.

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