Su implementación, señalaron, podría ser inmediata porque el país tiene la tecnología y talento humano necesarios, así como cuenta con tres millones de hectáreas en territorio mexicano con potencial, para cultivos energéticos para generar biodiésel, etanol, biogás y bioturbosina.
En ese sentido, el coordinador general de Vinculación y Desarrollo Institucional de la Universidad Nacional Metropolitana (UAM), Rodolfo Quintero Ramírez,dijo que de iniciarse ahora, en un plazo de cinco años se generarían 15 millones de litros diarios de etanol, lo que equivaldría a 10 por ciento de la actual demanda de gasolina, que fluctúa entre 125 y 150 millones de litros por día.
Recordó que actualmente México importa casi 121 millones de litros diarios de gasolina, y sólo 30 millones de producción nacional, por lo que la balanza comercial es ampliamente deficitaria.
De acuerdo con información de la Dirección Corporativa de Planeación, Coordinación y Desempeño de Petróleos Mexicanos (Pemex), en noviembre de 2018, México importó 982 mil 575 barriles diarios de petrolíferos, que implican 41 mil 988 más, contra enero de ese mismo año cuando sumaron 940 mil 413.
En tanto que, de acuerdo a la empresa productiva del Estado, las exportaciones fueron de 136 mil 693 barriles en noviembre, contra 115 mil 119 en el primer mes de ese año.
En lo que se refiere a las importaciones de petrolíferos, destacan en mayor volumen la gasolina y el diésel. En el caso de la gasolina fueron 585 mil 630 barriles diarios en noviembre, apenas siete mil 459 barriles menos que en enero durante el año de referencia.
Mientras que en el caso del diésel, la información de Pemex señala que en el penúltimo mes del año pasado se importaron 251 mil 8 barriles, cantidad superior a los 226 mil 269 de enero de ese mismo año.
“Por lo tanto, si tenemos la oportunidad de producir un porcentaje de esa gasolina que importamos, al utilizar una materia prima de las que contamos, deberíamos hacerlo”, subrayó Rodolfo Quintero.
En entrevista con Notimex, el experto en investigaciones de aplicación de la biotecnología al petróleo y biocombustibles, subrayó que el gobierno federal debe decidirse “ya” por los biocombustibles.
“No hay muchas vueltas que darle”, aseguró al destacar que es una decisión política porque rompería con el monopolio del sector energético para abrirse, forzosamente, a la participación del sector agrícola, “asunto que no han decidido”.
Quintero Ramírez destacó que desde el sexenio de Vicente Fox, hasta el de Enrique Peña Nieto hubo algunos indicios de impulsar la producción de biocombustibles, pero nada se materializó debido, dijo, a intereses monopolistas.
“Ahora las cosas han cambiado mucho. Por lo tanto deberíamos producir biocombustibles. Ya llegó el momento de hacerlo utilizando la parte no alimentaria de la biomasa”, destacó el experto.
Detalló que los biocombustibles son aquellos energéticos, con combustibles, que provienen de biomasa viva, es decir, de materia orgánica que se generó a través del suelo o en el mar, como son plantas y algas; aunque en Dinamarca también los están generando a partir de madera.
Indicó que es más económica la tecnología para producir biocombustibles, en comparación con la construcción de una refinería, cuya inversión tarda muchos más años en recuperarse.
“Desde el punto de vista de inversión, es mucho más barato y fácil hacer refinerías para producir etanol de primera (procedente de biomasa comestible como la caña de azúcar) y de segunda generación (con origen de biomasa no comestible), que producir gasolina de petróleo”, aseguró Rodolfo Quintero.
Además, subrayó que los motores de todo tipo de vehículos del país están diseñados para recibir combustible líquido; “nos tardaríamos 30 años en convertir este parque vehicular a eléctrico porque no hay suficiente producción y además, su costo es alto para la mayoría de la población”.
Dijo que es necesario producir combustible líquido. “Y hasta ahorita la única alternativa real son los biocombustibles como ya lo hacen países como China, India, Colombia, Brasil y Argentina, por ejemplo.
Con base en el análisis conjunto entre las organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la de Naciones Unidas para la Alimentación Y LA Agricultura (FAO), denominado “Perspectivas Agrícolas 2017-2026”, se prevé que la producción mundial de etanol aumentará 14 por ciento durante el periodo de las perspectivas.
Asimismo, se espera que 60 por ciento de este aumento se origine en Brasil, sobre todo para cubrir la demanda interna. Los otros grandes contribuyentes al incremento de la producción de etanol son Estados Unidos, China y Tailandia, con una participación de 14 por ciento, 11 y 8 por ciento, respectivamente, del porcentaje del aumento total.
Se espera que Estados Unidos se mantenga como el principal productor de etanol, seguido por Brasil, China y la Unión Europea.
Mientras que en el caso del biodisel, ambos organismos internacionales prevén que la producción mundial aumentará d12 por ciento en 2016, con respecto al nivel de 2016
Estimaron que la Unión Europea permanezca como el productor más importante de biodiesel, relacionado con las menores perspectivas de uso de diésel.
En este sentido, en entrevista por separado, el responsable técnico del Centro de Innovación en Insumos para Bioenergéticos y Co-productos (Cibioc), Raúl Hernández Altamirano, aseguró que el biodisel con el diésel, así como el etanol con la gasolina, tienen características similares en cuanto a combustión.
El investigador consideró que son tecnologías que se pueden implementar de manera inmediata “y nos otorgaría seguridad energética; factor que sería un gran alivio”.
Además, destacó que estas tecnologías son más seguras; ejemplificó en el caso del biodisel se requieren temperaturas por arriba de los cien grados centígrados para generar una explosión, mientras que en el caso del diésel reacciona a temperaturas entre 30 y 50 grados”.
“Son ventajas operativas y es mucho más seguro que las refinerías, además, hay países que no tienen ni la cuarta parte del territorio de México, y generan cultivos para bioenergéticos. Por todo eso se puede introducir a México sin ningún problema”, expuso Raúl Hernández.
Destacó que México cuenta con tres millones de hectáreas con potencial para cultivos energéticos e indicó que las especies vegetales Jatropha curcas “higuerilla” son excelentes opciones para generar combustibles como biodiésel, etanol, biogás y bioturbosina.